LA HABANA, Cuba, 28 de agosto (Agencias, 173.203.82.38) – El régimen cubano dio por concluido el brote de cólera que desde junio dejó tres muertos y 417 enfermos en la isla, de acuerdo con datos oficiales, pero permanece alerta por el riesgo de dengue, agravado por las torrenciales lluvias que ha dejado la tormenta tropical Isaac.
Según un reporte de la agencia Efe, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) hizo el anuncio en un comunicado oficial en el cual dijo que ya han pasado 10 días desde el último caso de cólera confirmado, aunque indicó que mantendrá la “vigilancia clínico epidemiológica” para disminuir riesgos y evitar nuevos brotes.
Una campaña mediática pide diariamente a la población reforzar las medidas higiénicas para evitar enfermedades diarreicas y la propagación de los focos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue.
La aparición del cólera hace dos meses en la ciudad de Manzanillo, en la oriental provincia de Granma, tomó por sorpresa a los cubanos, que no fueron avisados a tiempo por las autoridades sobre el brote. El régimen mantuvo un estricto control de la información sobre los casos de cólera y, aunque oficialmente fueron reportados tres muertos, muchos consideran que la cifra pudo haber sido mayor.
Mientras duró el brote las autoridades emitieron solo dos comunicados informativos por medios nacionales y se mantuvieron herméticas para comentar detalles de la enfermedad, si bien en Granma (unos 900 kilómetros al este de La Habana) la televisión y la radio local ofrecieron partes diarios, indicó Efe.
Durante todo este tipo, las autoridades cubanas dijeron que el brote de cólera estaba concentrado en Granma, y que estaba “bajo control, pero en su nota de este martes, el MINSAP reveló que hubo “casos asociados” al brote originado en Manzanillo en las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo y La Habana, aunque no especificó cuántos.
En contraste, ahora los medios de prensa de la isla hacen hincapié en las medidas higiénicas que deben tomarse, con llamados para preservar el agua potable y cuidar la elaboración de alimentos, sobre todo después del paso de Isaac.
La tormenta tropical dejó intensas lluvias en la isla, ríos crecidos e inundaciones costeras, por lo las autoridades han advertido que se mantiene el riesgo de la transmisión de enfermedades asociadas al calor y la humedad.
La atención se concentra particularmente en los niveles de presencia del mosquito transmisor del dengue, que según datos oficiales de mediados de agosto, se incrementó en un 14 por ciento en todo el país, si bien no se han divulgado cifras de posibles casos de contagio.
En los últimos años el Gobierno ha negado la existencia de epidemias de dengue en la isla, aunque ha informado de unas decenas de casos en su mayor parte “importados”.
En agosto de 2006, las autoridades cubanas informaron a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de la existencia de casos de dengue hemorrágico, pero no divulgaron las cifras, aunque fuentes médicas consultadas por Efe indicaron entonces que se trató de “miles de casos”.
El peor brote de dengue conocido que ha afectado a Cuba se remonta a 1981, cuando se reportaron 10,000 casos y 158 fallecidos.