MIAMI, Estados Unidos. – “Hay aproximadamente 3 200 partículas en el aire en estos momentos. La nube tiene dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, entre otras sustancias, que están cayendo sobre Matanzas, Mayabeque y La Habana”, confirmó esta semana la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya.
Dichas partículas tóxicas han caído en forma de lluvia desde la densa nube de humo generada por el incendio de la Base de Supertanqueros del polo industrial de Matanzas. La contaminación ha alcanzado puntos tan distantes como la capital de la Isla e incluso ha sido percibida por el radar meteorológico de Cayo Hueso, en Estados Unidos.
“Fundamentalmente estas sustancias están a cuatro o cinco kilómetros de altura. ¿Cuándo está el problema? El problema está si llueve, porque descienden con la lluvia esas partículas. Ahora esas concentraciones están en la altura y no se han reportado afectaciones para la vida humana”, precisó la ministra del CITMA en declaraciones citadas por el periódico estatal Girón.
Un reportaje del mismo medio, da cuenta de la precipitación de una “lluvia oscura” en el Valle del Yumurí, Matanzas, el pasado domingo.
“No es normal que el agua que se acumula en los charcos a orillas de la carretera se oscurezca y que uno llegue a casa con el calzado manchado con esa sustancia”, dijo Diosdado Vera, un campesino de 89 años residente en esa zona matancera.
Por su parte, su hija contó: “Ese día [el pasado domingo] en cuanto me dispuse a tender comenzó a lloviznar y por instinto intenté quitarme las gotas que caían en mi brazo. Sin darme cuenta me restregué la piel y en cuestiones de segundos me llené de algo que para mí era petróleo. Salí corriendo para darme un baño”.
De acuerdo con Girón, en estos momentos un grupo de especialistas analiza el impacto ambiental que puede generar este desastre.
“La lluvia registrada el sábado en lugares puntuales del norte de la región occidental arrastró acidificantes, partículas de hollín y otros contaminantes hasta la superficie, de ahí que, al recoger el agua de lluvia, algunas personas observaran una tonalidad oscura dentro de los recipientes”, reveló recientemente Osvaldo Cuesta Santos, especialista del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera, entidad perteneciente al Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET).
Las autoridades del CITMA han sugerido que, llueva o no, las personas deben mantenerse usando una mascarilla y evitar exponerse al humo, así como cerrar puertas y ventanas.
Este martes, el médico Miguel Ángel Ruano Sánchez alertó a los cubanos afectados por el desastre sobre los peligros para la salud que entraña la contaminación generada en la zona industrial de Matanzas.
Ruano Sánchez, residente en Colombia y miembro del Gremio Médico Cubano Libre, informó que entre las afectaciones que puede provocar la contaminación se encuentran: asma agravada, función pulmonar reducida, irritación en las vías respiratorias, neumotórax (pulmón colapsado), neumonía y derrame pleural (líquido alrededor de los pulmones).
“La intoxicación por humo de alta toxicidad a partir de las sustancias que ya están en el aire desde hace tres días es material particulado o PM 2,5, por su diámetro de incluso menos de 2,5 micrómetros, un diezmilésimo de pulgadas (inferior al grosor de un cabello humano)”, detalló el especialista a través de redes sociales.
“PM significa material particulado (también llamado contaminación por partículas): el término para una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas que se encuentran en el aire”, explicó.
“Las partículas menores a 10 micrómetros de diámetro por combustión de hidrocarburos suponen los mayores problemas, debido a que pueden llegar a la profundidad de los pulmones, y algunas hasta pueden alcanzar el torrente sanguíneo”, agregó.
Miguel Ángel Ruano condenó al Gobierno cubano por no referirse a estas graves consecuencias.
“El colmo de la desinformación de un Ministerio de Salud a su pueblo. Asesinos, llaman concentración de ‘mucho humo’, zonas vulnerables a un verdadero desastre ambiental de alta proporción y gravedad”, expresó.
El galeno advirtió además que el uso del nasobuco, como han indicado las autoridades cubanas, no servirá para combatir esta situación, y mucho menos si se trata de mascarillas de tela, como las que utilizan la mayoría de los cubanos.
Según sus declaraciones, “el material particulado puede incluso atravesar tapabocas de tela o de otro material”. Además indicó que “el tapabocas N95 es la herramienta más adecuada para proteger al organismo de la inhalación de contaminantes en el ambiente, debido a que atrapa el 95 por ciento de las micropartículas”.
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