LA HABANA, Cuba.- Los periodistas independientes Henry Constantín Ferreiro y Sol García Basulto fueron citados para las 8 de la mañana, en la 3era Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria, situada en el Reparto Montecarlo, en la carretera central, en la provincia de Camagüey.
“Lleva mochila”, fue la amenaza que recibió Henry Constantín, director de La Hora de Cuba cuando se negó a firmar la citación de la policía y el periodista comprendió a qué se referían: “Una amenaza directa contra nosotros”, dijo a Cubanet vía telefónica.
Tras una ola de acoso, el periodista está siendo acusado del delito de usurpación de capacidad legal, según el artículo 149 del Código Penal cubano, lo que parece ser una nueva fachada de la Ley 88 o Ley Mordaza aplicada durante la Primavera Negra en el 2003.
“Supuestamente ellos tienen un video en el que una persona dice que yo le hice una entrevista en la calle”, cuenta Constantin, “pero es evidentemente un montaje porque yo jamás he hecho una entrevista de ese tipo”, testimonio que deja fuera lo que describe el delito que les quieren impugnar.
Henry Constantín asegura que el video fue realizado por el mismo equipo de la Seguridad del Estado que ha elaborado otros materiales de contenido similar con el objetivo de desacreditar a los miembros de La Hora de Cuba, y además se puede encontrar en los perfiles de Facebook del periódico Adelante de Camagüey y en el de Rafael Cruz, exideológico del Partido Comunista en la provincia. El supuesto testigo dice llamarse René Rubio.
Tanto Henry como Sol pueden estar esperando condenas de 3 meses a 1 año de privación de libertad, o simplemente multas de 100 a 300 cuotas, según una ley que no solo desconoce la democratización de la información de la que goza actualmente el mundo, sino que el ejercicio del periodismo se fomenta con la escritura diaria, aunque no esté validado por un título universitario.
Según Henry Constantín, la advertencia de no regresar a su casa tras el interrogatorio se debe a los “60 días reglamentarios que tienen ellos para construirnos el caso”; después, ambos periodistas tendrán que contratar abogados. El procedimiento que se les está aplicando es usual en el sistema judicial cubano: primero se acusa y después se construye el caso, con todos los intereses de culpar a los que han sido señalados por la policía, el gobierno o la Seguridad del Estado.
El acoso hacia el director de La Hora de Cuba y los demás periodistas que integran su equipo ha ido en aumento tras el nombramiento del periodista como vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa, aunque “a ellos siempre les ha preocupado mucho lo que hacemos en La Hora de Cuba”, apunta Constantín.