LA HABANA, Cuba, 14 de noviembre de 2012, (Leonel Pérez Belette, 173.203.82.38) – La celebración de la Jornada de la Cultura Japonesa, que tiene lugar hasta el día 17 de este mes en varios puntos de la parte vieja de la ciudad, ha llevado colorido y esperanza a la zona más pobre de esta urbe; pobre y destartalada, a pesar de sus atractivos históricos y afluencia turística.
Organizada por la Embajada de Japón y la Casa Museo Asia, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, la jornada ha incluido la inauguración de la exposición SANSUI V, “dedicada al futuro de Cuba”, de la artista plástica Chizuko Owaki. Se trata de una demostración de la ancestral costumbre nipona de Ikebana (arreglos florales) y Orizome (técnicas de teñido con uso de papeles doblados).
También tuvo lugar una clase práctica de caligrafía e idioma japonés, impartida por la a profesora Chie Masuda, quien ha tenido una constante labor docente, durante 12 años, en la cátedra abierta por la sede diplomática para el aprendizaje del idioma japonés, en el Instituto Superior de Arte (ISA).
Un taller para apreciar el arte del Bonsái fue impartido por el profesor Jorge Guerra, en el inmueble de la Casa Museo Asia.
Este jueves se inaugurará la expo-fotográfica HANABI (Fuegos Artificiales), del artista Hideharu Takemoto, en la Casa de Asia de calle Mercaderes, entre Obispo y Obrapía. Sumado a un taller sobre Furoshiki (el arte de la envoltura tradicional nipona), que será ofrecido por la señora Nancy Oropesa y por Maki Ashida, Agregada Cultural en la isla.
El sábado, estará dedicado a los Anime y Manga japoneses; ocasión en la habrá un espacio para la charla sobre la influencia del audiovisual nipón en Cuba; disfraces y proyección de filmes. Y no en balde, porque una buena parte de las generaciones de cubanos entre 40 y 50 años crecieron interesados por animados como Voltus V y Mazinguer, suerte de exorcismo ante los insoportables animados rusos.
Todo lo anterior ha estado acompañado de exhibiciones de artes marciales; Aikido, Karate Shito Ryu, Daito Ryu, Ninjutsu, Laido, Kendo, Naginata, entre otros deportes cuya aceptación y practica, en determinados sectores de la población cubana, nos ha dejado impresionados a muchos que ignorábamos la existencia de escuelas de algunas de estas disciplinas dentro de la Isla, debido a que el gobierno llegó a reducir estas prácticas al uso estrictamente militar.
En todo caso, se trata de una oportunidad para disfrutar y aprender; dado que los japoneses y los cubanos, hasta hace poco, apenas compartíamos el gusto por el arroz.