MIAMI, Estados Unidos. – Este 14 de septiembre, como había anunciado Miguel Díaz-Canel en la televisión, llegó a Cienfuegos, al sur de la isla, el tanquero venezolano Manuela Sáenz, enviado por el gobierno de Venezuela para atenuar la crisis de combustible que ha paralizado el transporte en toda Cuba.
El Manuela Sáenz salió de Amuay, en el estado Falcón, donde el gobierno de Venezuela gestiona una de las mayores refinerías del mundo.
En su comparecencia televisiva, el gobernante cubano no ofreció datos sobre el buque, excepto la fecha de arribo, con el propósito de no brindar información que pudiera ser usada por el gobierno de Estados Unidos contra embarcaciones y empresas que transportan crudo venezolano hacia la isla.
En abril pasado, Mike Pence, vicepresidente estadounidense, informó que su país sancionaría a 34 buques de la petrolera venezolana PDVSA por causa de estas operaciones hacia Cuba. También resultaron castigadas una empresa griega y otra liberiana por brindar sus servicios de transporte en provecho de la isla.
“Hay que aguantar, son unos días”, dijo Díaz Canel en referencia a la llegada del Manuela Sáenz.
Las reservas de Díaz-Canel con respecto a comunicar los datos de la embarcación fueron aclaradas por sitios web como Vessel Finder, pues buena parte de la información relacionada con el tráfico marítimo es pública y accesible en internet.
El Manuela Sáenz, que desplaza una capacidad total cercana a las 30 mil toneladas, es un buque que ha hecho otras veces la ruta entre Amuay y Cienfuegos. En mayo pasado, según reportes de varios medios internacionales, a pocas semanas del anuncio de sanciones que hizo Pence, el tanquero fue ocupado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), con el propósito presionar a la tripulación para que viajara a Cuba.
No hay mucha información sobre este presunto incidente ocurrido en la embarcación que ha resuelto por el momento una de las peores crisis de combustible en la historia del país, comparable a la que se produjo durante el denominado “periodo especial” de la década de 1990, tras la caída de la Unión Soviética.
¿Pero podrá Venezuela, sometida a sus propias crisis de gasolina, satisfacer siempre las demandas de Cuba? ¿Cómo resolverá La Habana una crisis que ha paralizado prácticamente el transporte de la isla?
Tanqueros que viajan hacia Cuba
El tráfico de los puertos cubanos es mínimo, según los datos que manejan sitios como MarineTraffic. En esas bahías casi desiertas es más raro encontrar tanqueros, buques de gran porte que suelen atracar en los puertos que poseen refinerías, como La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba. Matanzas, al occidente de la isla, es el extremo de un oleoducto que termina en Cienfuegos y ha sido un destino habitual de estas embarcaciones.
Según algunos localizadores online, también debe llegar a la capital el buque cisterna Scot Stuttgart, que navega con bandera de Malta. Se trata de una nave mucho más que pequeña que la Manuela Sáenz, pues solo desplaza poco más de 5 mil toneladas.
El Scot Stuttgart está matriculado en el puerto de Monrovia, Liberia, lo mismo que el Despina Andrianna, uno de los buques sancionados este año por Estados Unidos, propiedad de Ballito Bay Shipping Inc., una corporación con domicilio en esa ciudad del occidente de África.
El último puerto que reportó el Stuttgart fue Kiel, en Alemania, muy cerca de la frontera danesa.
Otro tanquero, el Seamarlin, se espera en la rada habanera para el próximo 22 de septiembre. Este buque, coinciden los registros, estuvo últimamente en Letonia, pero fue construido en Kiel y lleva matrícula del puerto de Bremen, también en Alemania.
Alemania tiene una producción de petróleo inferior a la cubana y Letonia no es un país productor de petróleo.
El Seamarlin es tanquero de mayor porte que el Scot Stuttgart, con tonelaje casi semejante al que desplaza el Manuela Sáenz.
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