MIAMI, Estados Unidos.- La cubana que asesinó a un joven en Tenerife el pasado sábado había pasado toda la noche fumando crack en la casa que ambos compartían, informó el diario El Español. La mujer, de 38 años, cuya identidad no ha sido revelada, vivía con el joven en una habitación que este le había rentado para poder tener una ayuda económica.
La víctima, identificada como Ibrahim, fue apuñalada por la cubana cerca de las diez de la mañana, y la asesina huyó en su carro de la escena. Ibrahim, por su parte, logró salir de la vivienda y pedir auxilio. Ensangrentado, se encontró con una joven en la calle, quien llamó a una ambulancia que lo trasladó de inmediato al Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, donde falleció.
El joven Ibrahim vivía en su casa a cargo de su hermana de siete años, luego de que sus padres fallecieran indistintamente hace poco más de 2 años, su padre de causas naturales y su madre poco después de un accidente de tránsito.
Según un comunicado emitido por la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, Ibrahim y La Cubana “no tenían ningún tipo de relación sentimental”, es por ello que inicialmente habían sospechado de su expareja, a quien luego descartaron de la investigación.
La cubana paso a ser la principal sospechosa, y las autoridades confirmaron que en el momento de la detención la mujer llevaba consigo las maletas y había comprado un pasaje de avión de 3 mil euros para regresar a Cuba en el primer vuelo del día siguiente, el pasado domingo 5 de agosto.
De acuerdo al reporte la mujer pasó a disposición del Juzgado de Instrucción Número 3 de Arona y es acusada de un delito de homicidio. Deberá ingresar en prisión provisional al haber evidencias de riesgo de fuga, aunque aún se desconoce el móvil del asesinato.
Ibrahim, de 27 años, y su hermana vivían en una casa ubicada en el Paseo de Santa Julia, en Cabo Blanco, Tenerife; tenía una pequeña niña con su expareja, y era aficionado a la música trap. “Los que le conocían bien le definen como una persona alegre, que siempre estaba rodeado de sus amigos. Se le pasaban las horas practicando deporte junto a ellos y era un gran amante de los animales”, señala el reportaje de El Español.
De acuerdo a los informes médicos, las heridas hicieron que el joven sufriera una parada cardiorrespiratoria que le provocaría hasta siete infartos antes de fallecer.