MIAMI, Estados Unidos. — María Dolores Toledo Brioso, residente en el municipio habanero de Boyeros, denunció ante CubaNet la crítica situación en que se encuentra su vivienda, declarada inhabitable por los arquitectos de su comunidad.
Según su testimonio, la humilde morada en que reside sufrió un derrumbe el pasado año que ha dejado secuelas tanto en su calidad de vida como en la salud de su nieto, un bebe de pocos meses.
“La situación actual de mi vivienda es crítica. Los arquitectos que han venido aquí a hacer dictamen dicen que la casa es inhabitable. Pero bueno, es mi vivienda y no tengo otro lugar donde estar”, dijo Toledo Brioso a este diario.
Aunque el derrumbe en la vivienda ocurrió cuando su nieto ni siquiera había nacido, sí dejó secuelas en su salud.
“Mi hija me llama porque se cayó un pedazo de techo. Ella tenía 31 semanas de embarazo. Un vecino me llevó al González Coro. La doctora que estaba de guardia le tomó la presión y le dijo a la enfermera que le pusieran el cinturón para monitorearlo. Los análisis hechos tras el derrumbe mostraron que los latidos del bebé habían disminuido y que tenía un hematoma retroplacental. Estaba asfixiándose el bebé. Todo esto producto del derrumbe”, señaló la mujer.
Añade Toledo Brioso que a su nieto hubo que hacerle maduración pulmonar y que este nació bajo peso. Además, hubo que mantenerlo en una sala de nutrición hasta que alcanzó las cinco libras.
“A los ocho meses de nacido, el bebé debutó con asma, pero es lo que dice la doctora: ´el medio no lo favorece´”.
María Dolores Toledo Brioso lamentó que la situación de su vivienda no haya sido tenida en cuenta, pese a haber arriesgado su vida trabajando como enfermera entre 2020 y 2021, durante el pico de la pandemia de COVID-19.
La mujer ha presentado el caso a Vivienda, al Gobierno y al Consejo de Administración Provincial de La Habana, pero asegura solo haber recibido evasivas.