MIAMI, Estados Unidos.- Un joven que se hallaba en prisión preventiva en La Habana se encuentra en estado de coma por presunta negligencia médica e irresponsabilidad de las autoridades carcelarias, denunciaron a Martí Noticias sus familiares.
Reporta el periodista Juan Juan Almeida en el mencionado medio digital que Raidel García Otero, de 29 años y técnico económico empleado de una empresa militar estaba confinado en la prisión de Valle Grande desde el pasado 27 de octubre.
La referida instalación pertenece al Departamento de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior y está ubicada en Arroyo Arenas, a las afueras de La Habana.
“El martes, 16 de enero, uno de los compañeros de Raidel llamó a la familia y les alertó que el joven estaba mal y que no estaba recibiendo la atención médica adecuada. Sus padres fueron al penal pero no recibieron información y tampoco le permitieron verlo”, dijo a Martí Noticias una fuente cercana a la familia.
García Otero padece una enfermedad que le ocasiona inflamación en los órganos vitales, refiere la publicación.
El día anterior a la denuncia hecha por un compañero de prisión, el padre y la madre de Raidel se habían preocupado al no recibir la llamada habitual de los lunes. Tras llamar a la prisión, les habían respondido que el joven estaba con catarro.
No fue sino hasta el pasado viernes que avisaron desde el penal que el joven estaba ingresado en el Hospital Salvador Allende del municipio Cerro. El paciente habría sido traslado en críticas condiciones de salud desde la prisión de Valle Grande hasta la Covadonga, como también se le conoce al mencionado centro médico.
Considerando las condiciones en que llegó al hospital, García Otero debía haber sido trasladado hacia allí cuatro o cinco días antes.
El fotorreportero cubano Pablo Pildain Rocha, amigo de la familia, publicó en la madrugada del sábado en Facebook una foto del joven, acompañada de un mensaje diciendo que hará una denuncia si el caso llegase a tener un desenlace fatal.
Añade Martí Noticias que este caso en la prisión de Valle Grande no representa un hecho aislado. Menciona que en marzo de 2010, en el mismo lugar, se reportó la muerte del preso Pedro Márquez Bell por falta de una adecuada atención médica.
El testimonio del entonces recluso Raúl García Ramos, que padece una aguda cirrosis hepática y cáncer de esófago, tiende a corroborar dicha situación: a pesar de reclamar atención especializada, siempre se le negó la asistencia.