LA HABANA, Cuba, 12 de junio de 2013, Osmar Laffita Rojas (PD)/ www.cubanet.org.- El 31 de mayo, después de dos días de vista oral a puertas cerradas, concluyó en el tribunal municipal de Diez de Octubre, en La Habana, el juicio contra el ciudadano canadiense de origen libanés Amado Fakhre, presidente de la compañía inglesa de inversiones Coral Capital Group Ltd., y Stephen Purvis, gerente de operaciones de dicha compañía.
También comparecieron como acusados los ciudadanos cubanos Teovaldo Cruz, Rosalía Marina Pereza, Antonio Jesús Pereda Rodríguez, Ismael Mario Zenea y Roberto Gustavo Domínguez, que junto con Fakhre y Purvis, fueron procesados por actos de corrupción, como cohecho y tráfico internacional de divisas, entre otros.
Al juicio, que discurrió bajo extremas medidas de seguridad, no tuvo acceso el público ni la prensa.
La Coral Group, que operaba en Cuba desde hacía 16 años, era la única firma extranjera dedicada a fondos de inversiones. Se ocupaba de la financiación comercial y la importación de vehículos automotores para distintos sectores de la economía. Para ello, había destinado unos 70 millones de dólares. En el momento de su cierre, ocurrido en octubre de 2011, tenía en proyecto obras por un valor cercano a los 1 000 millones de dólares.
Se identificaba a Coral Group como la empresa inversionista que garantizó la remodelación y puesta en explotación del exclusivo Hotel Saratoga, en La Habana, y un complejo hotelero en el polo turístico de Cayo Coco, al norte de la provincia de Ciego de Ávila.
También, la firma inglesa negociaba con autoridades del turismo de Cuba la construcción de dos campos de golf de 18 hoyos y un complejo inmobiliario de lujo al este del litoral norte de La Habana.
Todo apunta que los hechos de corrupción por los que el ministerio fiscal acusa a los directivos de Coral Group están relacionados con sobornos en sus negocios de importación.
Tanto a Fakhre como a Purvis, por las diversas transgresiones que cometieron, el ministerio público les pide 8 y 3 años de cárcel respectivamente, pero se desconoce cuántos años pedirán para los cubanos implicados en estos hechos de corrupción.