IPL-Perú y Archivo Cuba debaten “El lado oscuro de las misiones médicas”


MIAMI, Estados Unidos.- El anuncio de la llegada de 85 médicos cubanos a Perú, a través de un convenio entre el Ministerio de Salud peruano y el Ministerio de Salud Pública de Cuba, ha suscitado preocupación e inquietud.
En la tarde de este martes, a raíz de este acuerdo reciente, el Instituto Político para la Libertad (IPL-Perú) de conjunto con Archivo Cuba, sostuvieron una conferencia virtual titulada: “El lado oscuro de las misiones médicas”.
La conferencia contó con la participación de Beltrán Gómez, Vicepresidente de IPL-Perú; el Dr Hugo Acha, consultor y analista político boliviano, María Werlau, directora de Archivo Cuba y Aldo Santos, médico cubano especialista en cardiología y administrador del grupo “No somos desertores, somos cubanos libres”, que se creó en 2017 con profesionales y técnicos cubanos que se encuentran en diferentes partes del mundo y a los cuales el gobierno les impide entrar en la Isla.
Según Beltrán, que fungió como moderador durante la transmisión, no están en desacuerdo, siendo Perú uno de los países más golpeados por la COVID-19, en que médicos de cualquier parte del mundo, colaboren en la batalla contra esta pandemia, sin embargo, no creen que estas misiones médicas sean transparentes.
Para Hugo Acha, “este tipo de colaboraciones deben marcarse dentro de parámetros que respeten los derechos humanos, las garantías constitucionales y los derechos civiles de las personas que de manera voluntaria o remunerada prestan este tipo de servicio”.
“Detrás del ejército de batas blancas y de la cobertura solidaria e internacionalista de estas misiones médicas cubanas, se esconde la principal fuente de ingreso de divisas extranjeras que el régimen de La Habana tiene a escala global, según estadísticas oficiales”.
Según el gobierno La Habana, estas sumas de dinero están validadas por el hecho de que se invierte en la infraestructura y el equipamiento del personal médico en Cuba.
“Pero la calidad y las condiciones del servicio de atención de salud pública para los nacionales está en un estado de depauperación con carencia de todo lo básico”, afirmó Acha.
El analista también resaltó otros dos puntos esenciales. El primero es la relación contractual entre el Estado cubano que envía a los médicos, y para los cuales no existe ejercicio de libre albedrío, (conforme al testimonio de los médicos cubanos, en caso de reusarse a participar, implica el final y la imposibilidad del desarrollo profesional dentro de la Isla). Y en el segundo, que buena parte de estos contingentes, todos remunerados, están integrados también por personal de inteligencia, contrainteligencia y Seguridad del Estado, que realizan labores de vigilancia al contingente médico, labores de contrainteligencia propiamente dichos e influencias, propagandas y operaciones psicológicas con la población local.
La directora de Archivo Cuba, que desde el 2010 ha documentado la trata de los trabajadores cubanos, especialmente de la salud, recordó la supuesta cooperación en salud y las brigadas médicas como una herramienta creada por Fidel Castro en 1960.
“Comenzó con la primera brigada de emergencia que Fidel envió a Chile después de un terremoto y que fue dirigida por Salvador Allende. Siempre han sido con intención política y geoestratégica, con el fin de obtener fondos de financiamiento para el propio régimen, influencia política y capital, votos en organismos internacionales y propagandas, además de los servicios de inteligencia que prestan miembros de la brigada. Ejemplo, en Colombia, que arrestaron a supuestos médicos que estaba vigilando bases aéreas militares”, destacó Werlau y explica que se fortaleció en 2005 tras numerosos convenios de Fidel Castro con Hugo Chávez.
Werlau alertó como parte de un montaje la entrada de la brigada cubana invitada por un contingente que ya estaba en el Perú.
“Estas personas aparentemente tienen residencia en Perú y practican como médicos, es muy extraño. Este grupo es liderado por Marcos Rosales, cirujano de Santiago de Cuba que estuvo ejerciendo en Cuba hasta diciembre de 2019. ¿Cómo es que esta persona recién llegada ya tiene una red de 150 médicos cubanos que trabajan en clínicas privadas, listos con la Embajada cubana para prestar servicios gratis?”, se cuestionó Werlau, e indicó que por lo general los emigrantes cuando llegan a un país no tiene fondos para prestar servicios gratis, y menos los cubanos, que tienen familia en Cuba que depende de remesas para sobrevivir.
El médico cubano Aldo Santos habló sobre la situación de los médicos cubanos que son abandonados a su suerte, de mujeres que han sido agredidas sexualmente y del castigo por parte del gobierno a los que deciden no regresar a Cuba, y a los familiares de estos que quedan dentro de la Isla.
“Hay un concepto que se define como indefensión adquirida, un estado en el cual el ciudadano no tiene mecanismos para enfrentar la maquinaria de poder porque el sistema judicial y los medios de comunicación están en manos del gobierno. En Cuba los médicos tienen que trabajar para el gobierno porque no puede ser independientes. Por tanto, un ciudadano así, que es trasladado a otro país con un pasaporte limitado, que no es el que usa cualquier ciudadano, y muchas veces se lo retiran al llegar a su destino, pues no sabes a quien acudir cuando se ve atrapado en esas circunstancias”.
“En los pocos casos que protestan enfrenta el riesgo de ser sancionado y devuelto a Cuba, lo castigan financieramente y ya en la Isla sufre más reprimenda, queda marcado y no va a poder ascender o aspirar a un puesto mayor”.
El médico igualmente expuso sobre la plataforma que administra, que incluye más de 13 mil profesionales no solo de la salud, sino de otros sectores, los cuales decidieron salirse de las misiones y quedarse en otros países. Actualmente no pueden regresar a Cuba.
En la conferencia online también intervino desde Cuba José Daniel Ferrer, líder del grupo opositor Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), y uno de los principales promotores de la plataforma ciudadana Cuba Decide.
El pasado mes de enero, la ONU calificó de trabajo forzoso las condiciones en que laboran los médicos cubanos, así como otros profesionales que forman parte de las misiones internacionales, luego de la denuncia realizada por Cuban Prisoners Defenders en colaboración con UNPACU al organismo internacional en la cual la ONG, con sede en Madrid, acusaba a Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y a otros altos funcionarios de esclavitud, por la crítica situación en la que viven la mayoría de los integrantes de estas misiones médicas.
En Perú, el Ministerio de Salud firmó dicho acuerdo interinstitucional con el gobierno de Cuba sin haber hecho la consulta respectiva a la cancillería peruana, sino que informó que se había recibido una oferta y que fue aceptada por la urgencia del tema.
Durante el brote de la COVID-19 en el mundo, los cubanos del contingente internacional Henry Reeve han llegado a los siguientes países: Venezuela, Nicaragua, Argentina, Honduras, Haití, México, Jamaica, Andorra, Qatar e Italia. Se prevé que, para la próxima semana, lleguen los galenos a Perú, mientras que el Colegio Médico y la Federación Médica de Perú recuerdan al gobierno que hay cientos de médicos peruanos sin trabajo.
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