LA HABANA, Cuba, 13 de diciembre de 2013, Juan Carlos Linares Balmaseda/ www.cubanet.org.- Transcurrida una semana, todavía quedan las huellas de la tortura (como se observa en la foto). Las dos muñecas amoratadas y algunas zonas en carne viva, fruto de las esposas bien atrincadas. Eran esposas de plástico.
Manuel Ramón Recio Bustamante, 50 años, fue interceptado cerca de su casa y conducido a la 11na. Estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), el viernes 6 de diciembre. Se dirigía a una reunión opositora al gobierno, con vistas a celebrar el Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre pasado).
Un rato después, sería trasladado hacia la 5ta. estación de la policía en el municipio Playa. Pero antes de llegar al lugar, y luego de ser trasbordado varias veces de autos, los policías se detienden en una casona, situada en la periferia de la capital. Allí lo amenazan, intentaban presionarlo para que colaborara con ellos, como chivato.
Según Recio Bustamante, así le dijeron: “Sabemos que estás metido en el Programa de Refugiados Políticos, y que pronto tienes la primera entrevista. Si colaboras con nosotros, te daremos todas las evidencias que necesites”. Y también le ofrecieron sustento económico con tal de que sirviera de informante.
Con esas cartas sobre la mesa, los policías se retiraron, por unos minutos, dejándole solo en la habitación donde lo tenía detenido, “para que recapacitara” sobre la propuesta.
Recio Bustamante no pactó con ellos.
Casi anocheciendo no sería liberado, sino introducido en otro auto, y conducido en dirección opuesta a la residencia del activista, por la autopista que conduce a la ciudad de Pinar del Rio, hasta llegar al poblado Entronque de Herradura. Siguieron carretera adentro varios kilómetros después del poblado. En un paraje desconocido por el activista, lo dejan abandonado, con solo veinte centavos en el bolsillo. La actividad a la que se encaminaba se realizaría muy cerca de su casa, en el municipio San Miguel del Padrón..
Para regresar, tomó varios automóviles, utilizando, con suerte, la buena voluntad de unos terceros. Llegó a su casa pasadas las 10 de la noche, desde las 8 de la mañana aproximadamente cuando fue detenido.
Hoy muestra las huellas junto con la impotencia al hablar.