LA HABANA, Cuba.- Un gris y pasivo equipo de Ciego de Ávila salió esta tarde al terreno del estadio “Mártires de Barbados”, en la ciudad de Granma. Los dos juegos anteriores, perdidos frente a los Alazanes, pesaban enormemente en el ánimo de los avileños que llegaron obligados a ganar el tercer juego para mantenerse, al menos, con la nariz fuera del agua.
Frente al abridor granmense, Lázaro Blanco, Roger Machado introdujo cambios en el line up colocando una batería inicial de tres zurdos, para evitar los estragos que produce el estelar lanzador en los bateadores derechos. No obstante su previsión, la barca de los Tigres hizo aguas desde el mismo primer inning en que falló el abridor Dachel Duchesne, permitiendo una sentada de cinco carreras, incluyendo un grand slam de Guillermo Avilés, quien registra el mayor promedio de carreras impulsadas en postemporada.
El batazo de marras no habría ocurrido si los jugadores de cuadro hubieran completado un double play. Con las bases llenas, tuvieron el tiempo justo de poner out en home y la inicial, sacando a un corredor de circulación. Pero la pereza salió cara a Ciego de Ávila, porque después de sacar el segundo out cayó el jonrón de Avilés, que puso el juego cuesta arriba para la nómina de Roger Machado.
Tras el baldazo de agua fría, la ofensiva avileña se desmoronó, imposibilitada por el pitcheo de Blanco y el de sus propios relevistas, que dieron par de boletos con la casa llena, ampliando aún más la diferencia en el marcador favorable a Granma. El resto transcurrió sin más sobresalto que el cuadrangular de Raúl González, que libró a Ciego de Ávila de una lechada memorable.
Predecible y mediocre para los granmenses fue el pitcheo de su contrincante. Con calma, siguiendo al pie de la letra el plan del coach Carlos Martí, sepultaron por completo a los avileños en la quinta entrada, nueve carreras por una, a punto de hacer efectivo el KO.
Por la parte granmense brillaron, además de Avilés y Lázaro Blanco, el jardinero central Roel Santos que había tenido una pálida actuación a la ofensiva y hoy conectó tres hits en cuatro veces al bate. Igualmente decisiva fue la línea central defensiva, integrada por el catcher Frank Camilo Morejón, el torpedero Yordan Manduley y Carlos Benítez en segunda base. No hubo errores ni casualidades.
En el cuarto choque abrirá el lanzador Erlis Casanova por Ciego de Ávila; mientras Carlos Martí no decide aún si su punta de lanza será Leandro Martínez o Yanier González.
Los Alazanes están a un juego de llevarse el título nacional y discutir la Serie del Caribe. La novena comandada por Roger Machado no parece capaz de superar una racha de tres juegos perdidos consecutivamente. De hacerlo, sería una remontada inédita en la historia del béisbol cubano. Lo cierto es que ha iniciado el conteo regresivo. Mañana se sabrá si Cuba tiene un nuevo campeón, o si siguen con vida los Tigres avileños.