LA HABANA, Cuba. – El 9 de mayo de 1860 nació en Sagua la Grande Joaquín Albarrán, uno de los galenos más ilustres de Hispanoamérica. Clínico y cirujano, cambiaría por completo la historia de la Urología como especialidad, ganando merecido renombre entre el gremio médico de la época.
Huérfano desde los cuatro años, Albarrán fue acogido por su tutor y padrino, el médico cirujano catalán Joaquín Ramón Fábregas, quien se ocupó esmeradamente de su educación y lo llevó a Barcelona. Allí, el joven se recibió como médico en 1877, con calificaciones de sobresaliente. Un año después obtuvo su doctorado en Madrid con una brillante tesis sobre el contagio de la tisis, y enseguida marchó a París para continuar sus estudios bajo la tutela de prestigiosos especialistas, entre ellos el anatomista Louis Antoine Ranvier y el urólogo Jean Casimir Félix Guyon, que se convertirían en los principales referentes del joven doctor.
Los primeros pasos de la carrera de Albarrán estuvieron orientados hacia la microbiología y la anatomía patológica, pero finalmente se decantó por la urología, campo en el cual realizó importantes contribuciones, entre ellas la primera prostatectomía radical perineal llevada a cabo en Francia.
Con el objetivo de maximizar el éxito en sus intervenciones quirúrgicas, Albarrán creó un instrumento específico para el ajuste del cistoscopio durante la cateterización del uréter (Uña de Albarrán), y el llamado uretrótomo, que se utilizó para realizar cortes a ciegas durante las cirugías.
Su trayectoria profesional fue espléndida. En 1908 dirigió el Primer Congreso Internacional de Urología. Fue, además, profesor titular de la Cátedra de Enfermedades de las Vías Urinarias de la Universidad de París. En 1907 fue honrado con la Orden de la Legión de Honor de Francia, y en 1912 fue nominado al Premio Nobel de Medicina.
Joaquín Albarrán murió prematuramente a los 52 años, minado por la tuberculosis. En Cuba su memoria fue honrada con la fundación, en 1961, del Hospital Docente Clínico-Quirúrgico que lleva su nombre, más conocido como “Clínico de 26”, donde se encuentra el Instituto de Nefrología “Abelardo Buch”, una entidad de referencia a nivel nacional.