LA HABANA, Cuba. — El Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba de A.L. y A.M., Francisco Javier Alfonso Vidal, renunció formalmente este martes a su investidura y anunció que se encontraba en los Estados Unidos, en donde pidió asilo político junto a su esposa debido al acoso de la Seguridad del Estado cubana en los últimos meses con el objetivo de que sirviera a sus intereses, traicionando a un hermano masón.
“Los masones cubanos tienen derecho a saber que nuestra Institución se encuentra bajo uno de los mayores ataques que ha recibido en los últimos años desde el 1 de enero de 1959. (…) Es probable que otro en mi lugar hubiese tomado una salida diferente, pero esta es la mía. La situación se ha tornado cada vez más compleja”, dijo mediante misiva enviada a Armando Guerra Lozano, Gran Maestro Pro Tempore, y que hiciera pública en su perfil de Facebook.
Alfonso Vidal explicó que han sido varios los hechos que propiciaran su salida del país y renuncia, entre ellos, la inestabilidad económica, social y política del país, fundamentalmente desde las protestas del 11 de julio (11J) de 2021, cuando José Ramón Viñas Alonso, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba (cuerpo masónico que, junto a la Gran Logia, rige la Masonería en Cuba), publicara una misiva enviada al mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, rechazando la represión a las protestas. Ello propició que la Seguridad del Estado lo citara e interrogara. Un mes más tarde, el entonces Gran Maestro, Ernesto Zamora Fernández, debido a las presiones de los masones, rechazó asistir a una reunión con Díaz-Canel a la que no había sido invitado el Soberano con el objetivo de humillarlo y dividir a la Masonería en la Isla.
Al respecto, Alfonso Vidal desveló que Zamora, quien “vende la imagen de hacer resistencia”, se disculpó por eso ante las autoridades del Partido Comunista de Cuba y de la Seguridad del Esatdo y “se limpió acusando ante la Corte Suprema al Maestro Masón Brian Infante, de la Respetable Logia Luz Caballero y residente en España, porque hizo política en contra del gobierno por las redes sociales y, aprovechando que mencionó a la masonería, lo sacrificó como prueba de lealtad”.
Las presiones de la Seguridad del Estado sobre los máximos representantes de la Masonería aumentaron desde el 11J. En mayo del pasado año, a Viñas Alonso se le impidió viajar a los Estados Unidos para participar en un evento masónico, pretendiendo con esto evitar su posible participación en la Cumbre de las Américas que tendría lugar pocos días después. Mientras el mandatario cubano llamaba “entreguistas y anexionistas” a quienes rememoraban el 20 de mayo, día de la proclamación de la República de Cuba, en la Gran Logia se desarrollaba un acto conmemorativo y, cuatro meses después, la Alta Cámara (poder legislativo de la Gran Logia) aprueba que se le enviase una carta a Díaz-Canel solicitando que el 20 de mayo fuese tomado como fecha nacional oficial. Como colofón a estas confromtaciones, el 5 de diciembre de 2022, mediante acto público celebrado en la Gran Logia de Cuba con motivo de celebrarse el 163 aniversario de fundación de la Gran Logia de Cuba, el Gran Orador, Luis Steve Ocaña, llamó a los masones a “hacer política”.
El siniestro plan
El Gran Maestro, investido como tal en marzo de 2022 luego de elecciones, explicó que Viñas Alonso “se convirtió en una molestia para el gobierno” debido a sus pronunciamientos y al respaldo que recibió dentro y fuera de la Isla. Por este motivo, la Seguridad del Estado lo citaba constantemente e incluso lo interceptaba en la vía pública con el fin de presionarlo para que lo expulsara de la Orden.
“(…) este masón que les escribe recibió más de 70 llamadas en un mes hechas por un individuo que se hace nombrar Poll. (…) Este personaje me interceptó varias veces en la calle, razón por la que tome la medida de andar con mi esposa, y en varias oportunidades me citaron para la calle E No.456 entre 19 y 21 en el Vedado. Según este oficial de la Seguridad del Estado, lleva trabajando la masonería hace 40 años y asegura que hay masones que trabajan para ellos, lo cual es una vergüenza”, expuso.
Sobre la complicidad de masones con la Seguridad del Estado para sus planes reveló varios nombres, entre ellos el actual Diputado Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Fernando González García, quien pretenden que asuma la Gran Maestría en los próximos días; Ramón Gustavo Buelga Rivero, quien debía sustituir al Soberano una vez que se efectuara su expulsión; el Jefe de Despacho de la Gran Logia H. Lázaro Palancar; el Venerable Maestro de la logia Luz de Oriente, Carlos Lorenzo Pérez, “quien aparenta ser amigo del Soberano y trabaja para la Seguridad del Estado”; y el Gran Secretario, Carlos Alberto Pirez Benítez, quien “goza de muy buenas relaciones con la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partico Comunista de Cuba”.
De igual forma, el actual Gran Tesorero, Ernesto Navarrete, “todos en la masonería saben y dicen en pasillo que es policía y fue quien trató de sondear el impacto de la presión que me hacían y él hizo un comentario en mi presencia como si supiera que yo no iba a regresar, lo cual me hace pensar que el aumento de intensidad estaba bien pensado para sacarme de mis cabales y fue bien preparado. El Gran Tesorero además me fue informado por un trabajador de la Gran Tesorería que estaba sacando dinero del salario suyo”.
Para este masón, “todo se hizo más insoportable debido a la presión constante y mi negativa de llevar a cabo este objetivo de la Seguridad del Estado”, el de expulsar de la Orden al Soberano Gran Comendador.
Golpe de Estado
Este lunes la Gran Logia de Cuba emitió circular especial en la que notificaban que Alfonso Vidal no había retornado al país luego de un viaje oficial a México, que no habían logrado comunicarse con él y, por tanto, declaraban que “abandonó su misión”.
Al respecto, Alfonso Vidal afirma en su misiva que se trata de un “total desacato a la Legislación Masónica” pues, “sin más prueba que no haber entrado en contacto conmigo en los últimos 14 días, en medio del receso de fin de año de la masonería en Cuba, se asume una renuncia no presentada ni firmada por mi, y se pretende de manera incomprensible que un Diputado Gran Maestro sin facultad para ello saque del puesto a un Gran Maestro Pro Tempore nombrado ajustado a la Ley y que para el territorio de Cuba ahora mismo es quien ejerce funciones ejecutivas”.
Antes de su viaje a México, mediante decreto, este Gran Maestro había designado como Gran Maestro, de manera temporal, al Gran Maestro de Ceremonias, Armando Guerra Lozano, decreto que permanece vigente.
Alfonso Vidal expone igualmente que “una Circular de ningún tipo es instrumento de gobierno ni tiene fuerza legal para ir por encima de un Decreto, documento donde además no se cuestiona si me encuentro a salvo, en algún tipo de situación de conflicto o hasta sin vida, mientras eso no se demostrase, o no llegara esta renuncia, o hubiese transcurrido un tiempo de trabajo pertinente, ni aún renunciando el Gran Maestro designado por mi, podría tomar posesión de la Gran Logia el Diputado Gran Maestro porque yo estaría aún constitucionalmente en el cargo”.
Por tal motivo, considera que se trata de un “golpe de Estado” por parte de los funcionarios de la Gran Logia de Cuba, los mismos que, según expuso, colaboran o son agentes de la Seguridad del Estado, con el objetivo de poner al frente de la Institución a Fernando González García, actual Diputado Gran Maestro, alguien afín a sus intereses, capaz de colaborar y traicionar los preceptos de la Orden, en lugar de convocar a elecciones anticipadas.
“Queda en las manos de los masones cubanos auténticos no permitir que nada de eso suceda y que una vez sabida la influencia cada vez más creciente que busca ejercer la Seguridad del Estado en nuestra Institución no se permita que alguien probablemente ligado a estos órganos llegue al puesto. El Soberano ha resistido el acoso, yo fui presionado para traicionar y lo estoy pagando caro, pero mucho menos que si lo hubiese hecho y me hago responsable de mis actos, toca a la historia juzgar mis acciones pasadas y futuras en su justa medida, pero quedan atrás mi hijo y mi familia los cuales no deben ser alcanzados por el peso de mis actos y quien colabore, indague sobre mi para informar, o los presione de alguna manera es traidor y no vale nada y los hago totalmente responsables, y ya el mundo masónico lo sabe, no tengo que guardar formas a hombres que vendieron su palabra y su caracter al mejor postor de la manera más cochina. Ojo, que quedan muchos escondidos pero también confío en todos esos buenos hombres que, aunque piensen distinto entre si, respetan y quieren la masonería como una de las cosas más grandes de su vida. De ahora en adelante se puede tener fe de que no somos del agrado de los que mandan en ese país”, finalizó.
Desde 1960, cuando los masones todavía gozaban de mayor fuerza, no sucedía algo similar. El entonces Gran Maestro, Juan José Tarajano González, se exilió en Estados Unidos, desde donde denunció la intimidación, el terror y “las amenazas que pesan sobre quienes repudian la doctrina comunista”. A Tarajano lo secundaron en su abandono del país el Gran Secretario, Eduardo R. López Bobadilla, el Gran Hospitalario, Obdulio R. López Milián, y el Gran Tesorero, Manuel Cuesta López, situación se resolvió con la convocatoria a elecciones anticipadas.
El actual exilio del Gran Maestro evidencia el interés de la Seguridad del Estado por controlar a los más de veinte mil masones cubanos activos en la Isla, las confrontaciones que se viven entre la Orden y la policía política y, sobre todo, el proceso de cuestionamientos que está teniendo lugar entre los masones respecto a su rol en una dictadura como la cubana.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.