SANTA CLARA, Cuba.- En reunión “extraordinaria” del consejo para la administración de la asamblea municipal del Poder Popular en Santa Clara, se anunció a los organismos implicados que “se le daba marcha atrás” a las decisiones tomadas por las intendencias provinciales del partido y el gobierno de “reducir las festividades del verano en la provincia”.
Sin embargo, se podría intuir que en breve aparezca una nueva sinrazón, si consideramos el vaivén de las políticas de turno.
El pasado año, por estas mismas fechas, cerraron bajo inapelable orden “desde arriba” los kioscos periféricos de las tiendas por divisas, con el fin de ahorrarle gastos al bolsillo estatal; y ante la crítica mayoritaria de gente cuya economía se vio agravada por aquel egoísmo desmedido, detuvieron el proceso hasta este mes, en el que acometieron las clausuras masivas prestando oídos sordos a “los pobres de la tierra” y clarísimos a “la gloriosa tarea de choque del partido”.
No sería de extrañar que antes del día previsto para el tan llevado, traído y triado jolgorio atontador de multitudes —sedientas y hambrientas por igual de francas libertades que de caras alegrías— decidan anunciar otro tajante corte.
El pasado 30 de junio CubaNet anunció la restricción a solo un día del carnaval en la central provincia a causa de los embates naturales, decisión que demostraba la incapacidad de sus “dirigentes” en viabilizar cualquier asunto, y prefirieron parar el proceso del anual circo que constituyen los festejos populares del verano.
Porque el cuello del “pueblo noble y enardecido” siempre estará aquí dispuesto.