MIAMI, Florida, 7 de mayo de 2013, Redacción, 173.203.82.38.- El próximo jueves, el activista y prisionero político santiaguero Luis Enrique Lozada Igarza cumplirá un mes en huelga de hambre, desde que lo detuvieron en su vivienda del pueblo de Maffo. No ha cometido delito alguno para los ojos del mundo, aunque, para la dictadura de la isla, expresar opiniones contrarias es delinquir. Está internado en la sala de terapia intensiva del Hospital Saturnino Lora, desde el domingo por la noche.
Al ayuno se sumaron decenas de activistas de la asociación a la que pertenece Lozada Igarza, Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, que realiza acciones de la oposición, en Santiago. Hoy cumplen 20 días sin ingerir alimentos. Muchos están apostados en el mismo hospital.
“Su esposa y su hija pudieron verlo y está muy deteriorado físicamente, pero dijo que mantenía su postura de que lo liberan o se muere, porque no va a cumplir sanción por un delito que no cometió”, escribió sobre Lozada Igarza el sitio en internet Diario de Cuba.
También, el hijo del opositor, Enrique Lozada Águedo, de 17 años, mantiene ayuno hasta conseguir la liberación de su padre. Los médicos –según se observa en un video casero grabado por UNPACU- tratan de conseguir que el adolescente desista, puesto que sería demasiado grave, escandaloso, que este jovencito muera ante la mirada internacional.
Con las ideas bien claras, a pesar del debilitamiento físico, desde la cama de un hospital, el joven invita a los facultativos a que hablen con la policía política, para que estos últimos resuelvan el caso.
José Daniel Ferrer, líder de UNPACU, ha sido fotografiado en estos días, debilitado. Es uno de los opositores políticos del denominado Grupo de los 75 que, en la primavera de 2003, fueron arrestados por el régimen y luego negociados a través de España, y con mediación de la iglesia católica, para cumplir destierro, a cambio de su liberación. Pero Ferrer dijo que continuaría su lucha en Cuba, y así ha sido hasta día de hoy.
La actitud del médico que aparece en el video que enlazamos más abajo, demuestra el miedo a la libre expresión que todavía persiste en Cuba, aunque es de reconocer que los activistas de UNPACU están mostrando todo lo contrario, lo que indica que en Santiago de Cuba, al igual que en La Habana, la presión también la pone la ciudadanía.
Desde ayer lunes hay un despliegue de fuerzas del Ministerio del Interior en los alrededores del Hospital Saturnino Lora.
Las comunicaciones con disidentes de allí se vuelven cada vez más difíciles.
Enrique Lozada Águedo, de 17 años, fue ingresado el pasado 30 de abril en el hospital Juan Bruno Zayas y tanto su mamá, Darmis Águedo Zaldívar, como su tío y el resto de los activistas, se rehúsan a abandonar la huelga hasta tanto liberen al padre opositor.
http://www.youtube.com/watch?v=Sc7JDfHnmqU