LA HABANA, Cuba, 8 de diciembre (Aleaga Pesant, PD/ 173.203.82.38) – A pesar del catastrófico sistema de transporte público capitalino, miles de habaneros se desplazan hasta el alejado recinto expositivo Pabexpo, en el periférico municipio Playa, para asistir a la Feria Internacional de la Artesanía, FIART 2011.
Una de las características de esta decimoquinta edición de la FIART, es la concurrida presencia internacional donde sobresalen los pabellones mexicanos, españoles, guatemaltecos, chilenos y sobre todo peruanos, con una amplia red de artículos de gran belleza y utilidad. El colega Tony Piñera apunta a través del diario Granma que también hay pabellones de Venezuela, Argentina, Brasil, Indonesia Dominicana, Panamá y Costa Rica, pero evidentemente menos visibles.
En los pabellones latinoamericanos, la mayoría de las obras y productos son de valor folclórico con vistosos colores y amplia utilidad, y gozan de amplia aceptación en el público cubano. En ellos se ven trabajando a jóvenes de esos países, becados en las universidades cubanas, sobre todo de la Escuela latinoamericana de Medicina (ELAM), muchas de ellos emparentados con los comerciantes o simplemente contratados.
La mayoría de los que exponen en la FIART son cubanos. Ellos presentan una calidad en los trabajos, realizados con diferentes materiales, que incluyen la madera, el vidrio y el textil, con diseños de vanguardia en diferentes disciplinas, y sobre todo con mucha creatividad. Se destacan los artistas camagüeyanos (territorio invitado especial) y los trinitarios, por la variedad de sus productos y la proyección estética.
Nuevamente cubriendo una gran área están los peleteros, esos colados permanentes en este tipo de ferias, y que no tienen nada que aportar desde la estética, las tradiciones o el diseño a estos eventos. Los productores de zapatos con sus precios inalcanzables y sus copias de diseños de calzado industrial y hasta la utilización de productos semi elaborados para la producción de calzado, tiene mucha aceptación sobre todo entre las mujeres, tradicionalmente las grandes consumidoras de esos productos.
En el área textil, la bisutería, la muñequería, cristalería y los trabajos en madera, el crecimiento, tanto en calidad como en la cantidad, de las obras y de los expositores, hacen que la visita a la Feria se convierta en un regalo a los ojos y la mente, tanto por los conceptos manejados como por el acabado y la presentación.
Como algo irónico y quizás traído por los pelos, llama la atención de los visitantes que los organizadores hayan decidido nombrar los dos más importantes paseos de comunicación, o corredores, en el recinto ferial Libertad y República.