MIAMI, Estados Unidos.- Una familia cubana, descendiente de Rafael Lucas Sánchez Hill, reclamarán “una compensación adecuada” por la explotación de hoteles en un terreno de más de 40,000 hectáreas al norte de Holguín, el cual le fue expropiado a su antepasado una vez tuvo que abandonar la Isla tras la llegada al poder de Fidel Castro en 1959, informó el periódico español ABC.
De acuerdo a la información, la demanda se prepara contra las empresas españolas Meliá y Blau, que administran varios hoteles en los terrenos expropiados: Meliá Sol Río de Luna y Mares, Paradisus Río de Oro, Blau Costa Verde y Playa Costa Verde.
“Para nosotros poder ir a juicio ahora es una bendición del cielo porque van a hacer ya 60 años que nos robaron nuestras propiedades”, dijo el exiliado cubano Jorge Latour Sánchez a ABC, quien reveló además que se había reunido en cuatro ocasiones con Meliá para llegar a un acuerdo y que estuvieron a punto de cerrar una indemnización por cinco millones de dólares.
El acuerdo se frustró cuando la compañía vio que Washington seguía suspendiendo el Título III y pasó a ofrecerle solamente 3 000 dólares.
Por su parte, Meliá y otras empresas españolas han estado preparándose para las demandas. La compañía hotelera dijo en un comunicado que ellos eran “meros gestores hoteleros, con un rol equivalente al del resto de actores de la cadena de valor del negocio turístico: agentes de viajes, tour operadores, líneas aéreas, etc, vinculados a la explotación turística en Cuba”.
Los hoteles de la costa norte de Holguín, instalados en las tierras de Sánchez Hill, son propiedad de Gaviota, el grupo hotelero del régimen estatal de la Isla administrado por los militares cubanos
Gaviota está incluida en la lista negra del Departamento de Estado de entidades sancionadas por EE.UU., y a partir del 2 de mayo, con la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, será posible demandar a quienes “trafiquen” con las propiedades que fueron expropiadas por el gobierno de Fidel Castro, y que ahora son explotadas en beneficio del régimen cubano y de compañías extranjeras que han invertido en la Isla.
Meliá tiene en Estados Unidos dos hoteles que, en caso de un fallo en su contra, podrían ser embargados para pagar las demandas.
Una comisión del Departamento de Justicia certificó 5 913 reclamaciones de estadounidenses por la pérdida de tierras, fábricas, instalaciones, mercancías y cuentas bancarias, entre otros bienes, valorados en más de 8 500 millones. Los cubanoamericanos podrán demandar en cortes de Estados Unidos, pero necesitarán que las propiedades confiscadas tuviesen un valor mayor a 50 000.