LA HABANA, Cuba, 29 de noviembre de 2013, Leonel Alberto Pérez Belette/ www.cubanet.org.- El versátil músico cubano Robertico Carcassés subió al escenario y agradeció públicamente a su padre, Bobby Carcassés (Premio Nacional de Música 2012), por la invitación para tocar en el concierto de este jueves 28, en el capitalino y céntrico cine-teatro Trianón.
“Gracias a mis progenitores por intentar criarme como un ser libre; ese ha sido siempre mi propósito y es lo que trato de inculcarle también a mis hijos”; añadió el pianista.
En opinión de algunos presentes, se trató de lo más cercano a un mea culpa, entre dientes, con el cual aparentemente queda superado el encontronazo de Carcassés junior con las autoridades.
Escándalo desatado tras haberse expresado libremente durante una velada de corte político, en la explanada a escasos metros de la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana. El joven jazzista pidió elecciones directas a la presidencia y también, en clave de humo, un llamado para legalizar el consumo de la marihuana.
Bobby, este último jueves, colocó sobre el escenario, en una pieza especial, a dos de sus hijos, incluido Robertico, y dio a entender que le hubiese gustado contar con la presencia de la hija que vive en Bulgaria.
El concierto del showman Bobby Carcassés y su grupo Afro Jazz fue anunciado en el órgano oficial de prensa del Partido Comunista, Granma. El espectáculo formó parte de un abarcador proyecto oficialista, auspiciado por la Oficina de Proposiciones PM Records y los organizadores de la Muestra Joven del ICAIC, como medio de recaudar fondos para sus noveles realizadores de audiovisuales. Pero existieron irregularidades con la información para la compra de los tiques y la asistencia no fue la esperada.
Saltando los inconvenientes, fueron dos horas y media de sabrosa mezcla de blues con son montuno y otros ritmos criollos fundidos con el Jazz. Puro virtuosismo en los metales, percusión, teclados y la técnica vocal. Estuvo dedicado a homenajear a Benny Moré, Miguel Matamoros, Tata Güines, entre otros honorables del legado de la música cubana.
Bobby se hizo acompañar del saxofonista César López, el trompetista Yasek Manzano, el flautista Orlando (Maraca) Valle, Pancho Terry con su chequeré, Zule Guerra y Blues D´havana, el ballet de la televisión nacional, el Conjunto Folklórico Tata Güines Junior, un nutrido grupo de jóvenes y talentosos intérpretes y Santa Amalia´s Dance; este último un club de baile de la tercera edad que cuenta con Papito, un bailador de tap de 86 años de edad.
El multifacético Bobby, quien además es un ex -campeón de atletismo, reconoce que no ha logrado ser profeta en su tierra y en parte es real su afirmación; el aferrarse a una particular variante de Latin Jazz, le restó público durante las primeras décadas de sus 50 años de carrera artística; pero el Bobby que interpretó este jueves en el Trinón su arreglo del clásico Summer Time, junto a sus hijos y amigos, era otro.