LA HABANA, Cuba. – El activista Yuniel Herrera Rodríguez, uno de los fundadores del Movimiento de Presos y Expresos Políticos 11J (M11J), una organización creada para brindar ayuda humanitaria a los prisioneros políticos y sus familiares, describió en entrevista con CubaNet la grave situación que existe en el penitenciario de régimen cerrado Valle Grande, donde estuvo recluido por más de un año.
De acuerdo con el exprisionero del 11 de julio de 2021 (11J), la situación dentro del penal lo tiene “muy preocupado” no solo por las carencias que existen allí, sino también por los maltratos por parte de las autoridades carcelarias.
“El mundo debe enterarse de las injusticias que se cometen en las cárceles castristas y el hambre que se pasa, pues yo viví en carne propia esa hambre. Poca comida y muchos golpes, en eso se resume todo”, relató.
Herrera Rodríguez cumplió una sanción de un año y seis meses de privación de libertad, inicialmente en Valle Grande y luego en la prisión 1580, ubicada en el municipio de San Miguel del Padrón, donde terminó de cumplir su condena.
“En el tiempo que estuve recluido no recibí beneficios carcelarios de ningún tipo. Ellos [los guardias] decían que me portaba mal porque les decía que estaba en contra del proceso revolucionario y parece que eso les dolía, y me llevaron la condena hasta atrás [hasta el final]”, contó.
El opositor fue detenido el 12 de julio de 2021 en la Calzada de San Miguel cuando se dirigía a participar en las históricas manifestaciones antigubernamentales ocurridas ese mes.
“Mientras gritaba ‘¡Patria y Vida!’, ‘¡Queremos comida!’ y ‘¡Libertad!’ llegó una patrulla, me arrestaron y me llevaron para la Oncena Unidad de la Policía. Allí fui torturado: no puedo decir que solo me dieron golpes, no, me torturaron, porque comenzaron a golpearme esposado a una reja y así perdí par de muelas y me partieron el mentón”, refirió el opositor.
En abril de 2022 el régimen llevó a juicio a Herrera Rodríguez en el Tribunal de Diez de Octubre. De acuerdo con el activista, allí se encontraba el oficial que lo esposó y lo golpeó en los calabozos de la estación policial. Durante el juicio, el abogado defensor le preguntó al guardia cómo era posible que se partiera varias muelas en una caída, “porque eso fue lo que dijeron”.
“El oficial estaba nervioso, pero lo negó todo y ahí se quedó. Ese día yo llevaba las muelas como pruebas y no me las dejaron sacar. Me dijeron que eso no se permitía”, agregó.
Herrera Rodríguez fue condenado por el delito de desacato. Según manifiesta, todo el sufrimiento experimentado en Valle Grande y finalmente en la unidad 1580 le sirvió para darse cuenta de que hay que abogar más por los presos políticos y ayudarlos económicamente.
“Se pasa mucho trabajo, mucha hambre y necesidad en los campos de concentración del régimen; por eso hay que ayudarlos un poquito más con dinero, con medicamentos, comida principalmente, porque en las prisiones apenas hay. Yo pienso que se debe de hacer algo por ellos y se debe hacer ya”, aseguró.
Herrera Rodríguez fundó junto a Adrián Curuneaux Stivens el M11J, con el fin de recibir ayudas para “apoyar a todos los que están sufriendo condena injustamente por parte del sistema político cubano”.
“Nosotros lo que queremos es que nos ayuden para así poder cooperar con esas madres y esos presos de conciencia que están sufriendo condena injustamente y que se encuentran desamparados, muchos de ellos, debido a la despreocupación”, solicitó finalmente el exprisionero político.