MIAMI, Estados Unidos.- Un equipo dirigido por el economista cubano Pável Vidal ha elaborado un estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indicando que Cuba habría perdido “poco más del 50 por ciento” de su Producto Interno Bruto (PIB) durante los años del Periodo Especial.
La cifra contrasta con el 35 por ciento que ha sido reconocido normalmente por el Gobierno cubano, el cual aún tiene que lidiar con los efectos de la crisis que siguió al derrumbe del campo socialista. Todavía el PIB “se ubica un 23 por ciento por debajo de los niveles de precrisis en 1989 y 35 por ciento por debajo del nivel de 1985”.
Según un reportaje de El Nuevo Herald, el estudio de Vidal, profesor de la Universidad Javeriana de Colombia, muestra que Cuba es mucho más pobre de lo que las cifras oficiales indican debido a que estas sobreestiman el valor del peso cubano al equipararlo de forma artificial al dólar estadounidense.
El periódico miamense destaca que Vidal creó una fórmula para calcular una tasa de cambio promedio tomando en cuenta el significado que tiene para el PIB cada sector de la economía que se mueva en CUC o en pesos.
Además de la dualidad monetaria (en Cuba circulan pesos convertibles o CUC, y pesos corrientes o CUP), en la isla funcionan diferentes tasas de cambio para distintos sectores de la economía. Debido a ello, un dólar puede equivaler a un peso común o a 24 pesos, dependiendo si se trata del sector estatal o del privado.
De esta forma, la diferencia entre el PIB per cápita que reporta Cuba y el calculado por Vidal es de más de 4000 dólares. En el año más reciente analizado por el economista el PIB per cápita fue de “$3016, mucho más bajo que el dato de $7177 que se obtendría directamente de las cuentas nacionales cubanas empleando la tasa de cambio oficial”.
Mientras la cifra oficial acerca a Cuba al PIB de Colombia en el año analizado, el estimado pone a la isla caribeña al nivel de Bolivia, El Salvador y Guatemala, menores que en el primer caso.
Sin embargo, “el sesgo en las estimaciones del PIB cubano en dólares no solo es del Gobierno cubano, sino de múltiples instituciones que han intentado aproximarse al tema y se han encontrado con las dificultades de llegar al número, debido a la dualidad cambiaria y a la ausencia de estadísticas comparativas sobre los precios”, aclara Vidal.
Los economistas han debatido durante décadas sobre la fiabilidad de las estadísticas reportadas por Cuba que se emplean luego por organismos financieros internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
De acuerdo al también economista cubano Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh con más de medio siglo de investigaciones sobre el tema, “no hay ningún estudio que sea más importante que este” de Pável Vidal.
“Los economistas habíamos llegado a las mismas conclusiones, pero la diferencia es que él lo prueba” con datos, añadió Mesa-Lago.
“Lo que hace Pavel Vidal es un trabajo heroico y súper útil. Él usa indicadores disponibles para tratar de reconstruir lo que podría ser una serie de variables macroeconómicas clave”, señaló por su parte Augusto de la Torre, ex economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.
“Cuando hay multiplicidad de tipos de cambio y la diferencia entre el tipo más fuerte y el menos fuerte es muy grande, como en el caso de Cuba y Venezuela, la distorsión de los precios relativos es fenomenal, lo que hace muy difícil medir bien las realidades económicas”, comentó el también profesor en la Universidad de Columbia.
Según expertos consultados por el Herald, los nuevos estimados del PIB no tendrían mayores repercusiones sobre potenciales inversionistas debido a que estos se interesan más en el futuro de la isla y el clima de negocios allí, pero sí podrían repercutir en la posición de Cuba en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) internacional.
“El Índice de Desarrollo Humano ha estado sobrestimando sistemáticamente el Producto Interno Bruto per cápita de Cuba. Si ellos prestan atención a este estudio, Cuba va a caer muchísimo en el índice”, opina el investigador Carmelo Mesa-Lago.