GUANTÁNAMO, Cuba. — La jubilada Vilma Serrano Puimiro, residente en la provincia de Guantánamo, denunció ante CubaNet la difícil situación que enfrenta para mantener su familia luego del ordenamiento monetario implementado en Cuba.
La mujer asegura sentirse estresada con la situación que enfrenta para mantener su núcleo familiar luego de que comenzara a funcionar la llamada Tarea Ordenamiento —iniciada por el régimen cubano en 2021— como una medida económica para contrarrestar la crisis que atraviesa el país.
Vilma se graduó en 1962 en la escuela profesional de Comercio y luego matriculó en la Universidad de Oriente donde estudió la Licenciatura en Economía. Por espacio de 30 años —lo que duró su vida laboral— trabajó en varias instituciones. Empezó como maestra primaria, después en Comercio Interior, en la Federación de Mujeres cubana (FMC) y otras empresas, hasta que se jubiló en 1997.
“Con mi chequera de 300 pesos me alcanzaba para comprar los alimentos y todo. Tenía cierta, pequeñita (solidez económica) para yo poder subsistir. Pero ahora estoy desesperada porque después de pasar al ordenamiento esta chequera no me alcanza para nada”, lamentó la pensionada.
Con su pensión actual de 1 528 pesos cubanos le es imposible comprar todos los productos de la bodega, carnicería y otros servicios básicos luego de que subieran los precios de estos.
Esta señora y su familia logran alimentarse todo el mes gracias de la iglesia católica, específicamente al proyecto comunitario llevado a cabo por la orden “Misioneras de la Caridad Santa Madre Teresa de Calcuta”, que brindan alimentos a personas con bajo poder adquisitivo.
“Estoy desesperada y no sé qué voy a hacer”
Serrano Puimiro, de 79 años, vive con su hijo Abel Rojo Serrano, quien permanece sin empleo. Con el arribo del Programa de Universalización de la Enseñanza Superior, implementado por Fidel Castro en el año 2003, este joven comenzó a estudiar Licenciatura en Cultura Física. A la vez, trabajaba como profesor de educación física y con ello aseguraba una fuente de ingreso para su vivienda.
En el año 2011 se implementaron las reformas económicas conocidas como Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, en la cual se reajustaron las plantillas laborales del país, quedando sin empleo alrededor de un millón de trabajadores en toda la Isla.
En este reajuste de los puestos laborales Abel quedó sin trabajo, por lo que no pudo terminar de estudiar debido que, para acogerse a la universalización, se debía tener un vínculo laboral.
Desde ese entonces no ha logrado conseguir otra fuente de ingreso estable, solo con la llegada de la pandemia del coronavirus pudo conseguir un contrato en el hospital provincial, el cual le cerraron al mejorar la situación epidemiológica.
“He ido a muchos canales (instituciones del gobierno) para buscarle un trabajo a mi hijo, que es lo que necesito”, aseguró Vilma. Y continúo: “Le estoy planteando esto realmente al Estado para que me busquen un trabajo a mi hijo, porque estoy muy desesperada y ya no sé qué es lo que voy a hacer para mejorar mi situación. No sé lo que voy a hacer”.
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