MIAMI, Estados Unidos.- En un procedimiento que calificó como “acto creativo de rebelión individual” el escritor cubano Armando Añel, exiliado en EEUU, quemó su pasaporte cubano, así se le ve en un video que él mismo compartió en su perfil de la red social Facebook.
Por su parte, en una entrevista concedida a PanamPost dijo que “(…) El principal gancho con que el castrismo sostiene a su régimen es el chantaje emocional, esa cosa de la ‘patria’ como nido y trinchera, esa cosa de ‘tener que regresar allí’. Pues para nada. Al quemar el pasaporte cubano, pongo en claro, a nivel práctico, que cualquiera es capaz de librarse de esa clase de chantaje, que sin libertad, la ‘patria’, el nido y la trinchera son conceptos vacíos de significado”.
“Nací en el totalitarismo, en medio de las ruinas y la promiscuidad delatora. No conocí la Cuba anterior a 1959. Por eso me resulta relativamente fácil desvincularme de toda esa podredumbre. Nunca he entendido qué extraña de Cuba la gente de mi generación. Sí, viví allí 32 años padeciendo el sistema, como un animal enjaulado, ¿cómo no me voy a desvincular?”, dijo.
Según declaró Añel, decidió exiliarse para evitar “un sistema comunista, y por ende represivo, con todas las desastrosas consecuencias antropológicas que le son inherentes, reflejadas día a día en la calle y la intimidad” y porque no podía “vivir mucho tiempo encerrado, censurado”.
Añel dijo que desde el exilio hace todo lo que puede y está a su alcance “sobre todo en el campo cultural, literario, periodístico”, que es su especialidad. “Nuestra editorial Neo Club Ediciones promueve la obra de los escritores marginados en Cuba, y en Miami hacemos un esfuerzo por destacar lo mejor de la literatura y las artes exiliadas. Es en el exilio donde puedes encontrar actualmente a la Cuba real, la más auténtica y avanzada”, consideró.
El escritor y periodista envió un mensaje a los defensores del castrismo fuera de la Isla: “Lo que tanta gente les dice: Que se vayan a vivir a Cuba al menos por un año en las condiciones que viven los cubanos. No como turistas, ojo, sino como cubanos. Veremos después”.