El artista plástico Luis Manuel Otero Alcántara lleva 24 horas en paradero desconocido. Parece que la Seguridad del Estado está venciendo sobre el arte en Cuba. ¿Cuál fue el motivo de su desaparición en esta ocasión? No se sabe, y las redes sociales de los que una vez apoyaron Otero Alcántara apenas han reclamado.
El artista no había anunciado ninguno de sus performances. Solo se cumplía un año de fundado el Movimiento San isidro y alguno de ellos habían salido a celebrarlo asistiendo a la inauguración de la galería Gorría.
Amaury Pacheco OmniPoeta denunció en sus redes que los “vecinos del barrio que presenciaron la detención de LuisMa nos comentaron que fue muy violenta. Que cuatro o cinco policías lo iban golpeando”, mientras que Fernando Rojas contestaba un Twitter donde Amnistía Online reclamaba la liberación artista.
“Ayer estuvo en inauguración de evento Post it de Artistas jóvenes cubanos, como libre y buen espectador”, dando testimonio de lo que le dijo “un amigo común”, y no porque el funcionario lo viera.
La estrategia que ha seguido la seguridad contra Otero Alcántara es de desgaste y de difamación donde la culpa siempre recae sobre el artista, prolijo en formas de protestar contra el sistema. Así que algunos estarán preguntándose: ¿Habrá sido por tener la bandera como segunda piel lo que le trajo esta reprimenda? ¿Habrá sido la irreverencia de llevar la bandera a los lugares más íntimos y exponerlo en las redes?
La respuesta a un performance nunca debiera ser la represión ni la censura. El arte está hecho para inquietar, aunque algunos solo prefieran deleitarse. Otero Alcántara junto al Movimiento San Isidro ha logrado incomodar a la maquinaria represiva cubana diseñada para matar, aunque por el momento solo de golpes.
Esa noche el poeta Amaury Pacheco también recibió golpes. Junto a la actriz Iris Ruiz fue conducidos a la estación de Policías de Alamar, pero esta vez no hubo interrogatorios, solo la mirada vigilante de un agente que se hace llamar Santos.
Amaury Pacheco fue golpeado en el abdomen mientras estaba esposado. Debió dolerle porque el poeta es un hombre pacífico, poco entrenado en recibir golpes y menos en darlos. El hecho de que recibiera la golpiza esposado es símbolo de que le tienen miedo a la poesía. Define también como cobardes a quienes se esconden tras las placas de identificación 01798 y 37799. Estos números hoy no dicen nada, pero un día cuando se haga justicia será la manera de identificar a los represores.
La última detención forzosa de Otero Alcántara duró más de 48 horas. Esta no se sabe cuánto durará ni en qué condiciones se encuentre el artista, pero sus amigos más allegados temen por su suerte como nunca antes.
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