MIAMI, Estados Unidos. — Cada 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, fecha que tiene como objetivo impulsar el espíritu emprendedor y fomentar la generación de ideas y su puesta en marcha.
En Cuba, el emprendimiento es mayormente entendido desde la esfera del negocio privado y el trabajo por cuenta propia. Se trata de una forma de concebir la correlación trabajo-riqueza que siempre ha estado en guerra con el régimen comunista, o sometida a su férreo control.
Nueve años después de su llegada al poder, Fidel Castro desmanteló la propiedad privada en Cuba durante la llamada ofensiva revolucionaria implementada en 1968. No quedó ni rastro de un negocio próspero en la isla. A partir de entonces, el Estado tomaría las riendas de los servicios y otros sectores hasta entonces controlados por los “privados”.
La caída del campo socialista y la llegada del llamado Período Especial, el mandamás castrista se vio obligado a despenalizar la tenencia de dólares, un delito en el país caribeño hasta ese momento, y a permitir la apertura de algunos restaurantes para fomentar la llegada de turismo.
Por décadas, ese incipiente sector privado, sometido al control de inspectores y otros agentes estatales, sobrevivió como pudo operando solamente algunas en ramas de la economía, casi siempre en la esfera de los servicios.
No fue hasta el deshielo impulsado por Barack Obama que el cuentapropismo y el emprendimiento, término que llegaría a la isla de la mano de los agentes de cambio estadounidenses, tomarían más fuerzas.
En esa época, algunos idealizaron la posibilidad de que el país pudiese sobrevivir del turismo estadounidense y de las oportunidades que generaría la inversión y la venta de productos estadounidenses en Cuba. Se equivocaron.
En la misma medida en que el cuentapropismo florecía en pleno deshielo, el régimen cubano comenzó a detener las reformas en materia económica hasta detenerlas completamente. No faltaron en ese período las confiscaciones y los procesos judiciales contra emprendedores, que fueron utilizados como conejillos de indias dentro del nuevo entorno económico de la isla.
Con la flexibilización de medidas anunciadas el pasado año por parte de la administración Biden, la dictadura cubana quiere relanzar nuevamente el sector privado convirtiendo en mipymes y cooperativas cualquier tipo de emprendimiento que surja en el país. Se trata de un mensaje a esos empresarios que apuestan por un nuevo deshielo.