GRANMA, Cuba.- La familia de Omar Rosabal, un preso político del régimen cubano, fue desalojada de su vivienda violentamente en días pasados en Pilón, municipio de la provincia Granma. Su esposa, desde el incidente, se encuentra vigilada, incluso en el hospital donde su hija de 14 años está hospitalizada bajo cuidados psiquiátricos, según publicó el portal PanAm Post.
Luego de más de dos años de continuas amenazas, finalmente irrumpieron en la vivienda de la familia a las 4 de la mañana del 22 de junio, narró la suegra de Omar, ““Me arrebataron a mi nieto de los brazos, y me golpearon, lastimándome la herida de una operación que me realizaron recientemente”.
Desde el baño de la unidad hospitalaria donde se encuentra su hija, Yanet Orasma grabó un video en el que denuncia el propósito de haber sido expulsadas a la fuerza de su casa y tiradas, como criminales, dentro de una patrulla. Para ella el gobierno quiere apoderarse de su casa, la cual ha estado en la familia por tres generaciones, y cuando una casa está deshabitada, el Estado tiene la potestad de expropiarla.
La única que resistió con fuerza fue Yanet Rosabal, la hija de 14 años de Omar y Yanet, “a la niña cuatro policías la sujetaron cada uno por una extremidad, ‘como a un animalito’, dijo su madre. “La sacaron de la casa semidesnuda, con bata y descalza”.
Ahora en el hospital, la esposa de Omar, con su otro hijo menor de edad, espera que le den el alta a su hija Yanet, pero por ahora el informe psiquiátrico revela que aún tiene pensamientos y actitudes suicidas.
“Por este medio damos constancia que la paciente nombrada Yanet Rosabal Orasma de 14 años de edad, y con antecedentes de haber realizado 4 intentos suicidas, motivo por el cual tiene seguimiento médico psiquiátrico con tratamiento… ahora fue ingresada en nuestro hospital por presentar ideas suicidas, tristeza marcada y dificultad para dormir… Según expresa la madre, todo comenzó cuando fueron sacados de la casa”, indica el informe psiquiátrico.
La madre de la menor dice que su hija insiste que cuando salga volverá a la casa donde nació. Pero la policía ya sacó todas sus pertenencias y ella puedo corroborarlo al volver a buscar algo de ropa para llevar al hospital. Yanet Orasma teme que la salud de su hija cuando sepa que la casa por la que arriesgó su vida ya no les pertenece.
“La Casa de Omar”, como se le conocía, era además de un hogar familiar, el negocio que les ponía un plato de comida diariamente en la mesa, pues alquilaban habitaciones para turistas.
Esta casa, según cuenta la familia, es un regalo que el propio régimen obsequió al padre de Omar, el pastor adventista Argelio Rosabal, quien arriesgó su vida para salvar la de un grupo de expedicionarios del Yate Granma que fueron dispersados durante el combate de Alegría de Pío, entre ellos los comandantes Che Guevara, Ramiro Valdés y Juan Almeida Bosque.
Pero ni siquiera la memoria del pastor ha sido respetada. En el mes de mayo, como parte de la campaña para atemorizar a su familia, su sepulcro fue destrozado en pleno cementerio, el cual está bajo vigilancia constante, por lo cual se cree que la acción fue autorizada.