MIAMI, Estados Unidos. — El 19 de marzo de 1828 se produjo la primera ascensión en globo registrada en La Habana, que estuvo a cargo del conocido aeronauta Eugene Robertson
Se trató de un suceso notable para la época, y no solo por el resultado final, sino por el gran escepticismo que levantó en su momento.
Según publica el sitio web Fotos de La Habana, la fecha para la ascensión fue escogida por la estrecha relación con los actos que inauguraron el apreciado Templete de la Plaza de Armas, aunque en los cuadros de Juan Bautista Vermay, que sirvieron como testigos de los actos, no hay constancia del novedoso vuelo.
Hubo ese día serias dudas entre los habaneros sobre si el acto de volar era cuestión humana o divina, noción estrechamente vinculada al carácter conservador de la época.
El grueso de la población de La Habana que se reunió en los alrededores del Campo de Marte, escenario de la ascensión, que entonces era un yelmo páramo donde se levantaban improvisados teatros e incluso algún espectáculo de toreo.
Eugene Robertson, protagonista del suceso, llegó a La Habana con la fama de haber realizado hasta once ascensiones previas. Estos actos esparcieron su fama por el mundo de las ciencias, igualándolo a los hermanos Montgolfier, Charles, Robert (padre y tío de Eugene), Lunardi y compañía, que treinta años atrás habían desatado la fiebre aerostática en Europa.
La ascensión de Robertson se anunció para las seis de la tarde, pero ya desde las tres la multitud ocupaba el ámbito de la plaza de toros y los principales puntos del campo.
El éxito total de la primera ascensión habanera dedicada a la reina consorte Josefa Amalia —segunda esposa de Fernando VII— desató la fiebre aerostática en la ciudad como antes ocurriera en Europa y Estados Unidos. Durante una semana no se habló de otra cosa en La Habana.