CDMX, México. – Debido a la precaria situación económica que enfrenta Cuba, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) asignará 600.000 dólares a la Isla durante los próximos seis meses para paliar el hambre y la malnutrición.
Este monto es apenas una parte de los casi 56 (55.9) millones de dólares que el PMA destinó para ayudar a paliar la escasez de comida, la malnutrición y la baja producción de alimentos en la mayor de las Antillas. El monto comenzó a entregarse en 2021, y su última entrega tendrá lugar en 2024, según detalla un boletín publicado a mediados de este mes.
El sitio web del PMA explica que en la Isla apenas se produce lo necesario para el consumo de su población. De hecho, entre el 60 por ciento y 70 por ciento de los alimentos que requiere Cuba se importan. La escasez de alimentos saludables, detalla la organización, ha provocado que el 31,6 por ciento de los menores de dos años padezcan anemia.
“Con pocas verduras consumidas y baja diversidad alimentaria, la dieta de la familia cubana promedio es pobre en micronutrientes”, asegura el PMA. Datos del año 2015, reportados al PMA por el Sistema de Vigilancia de la Seguridad Alimentaria y Nutrición (SISVAN) indican que existía una “prevalencia persistentemente alta de anemia” en Holguín, Granma, Guantánamo, Las Tunas y Santiago de Cuba”. La situación afectaba al “31,6 por ciento entre los niños de dos años, y hasta el 39,6 por ciento de los bebés de seis meses”.
Los reportes emitidos aseguran que medio millón de personas fue asistido por el PMA con 667 toneladas de alimentos en los últimos años. Además, gracias a una donación del Gobierno de Francia, 67.500 niños de las provincias orientales tuvieron leche en polvo que tomar.
Las causas del hambre
Al igual que otros organismos, el PMA considera que en los “últimos dos años la pandemia de COVID-19 generó un costo sanitario muy importante y tuvo consecuencias desastrosas sobre la última fuente sustantiva de ingresos del país: el turismo”.
No obstante, la organización de Naciones Unidas señala que la tecnología agrícola empleada en Cuba es “obsoleta” y provoca la baja productividad y las altas pérdidas después de la cosecha. El PMA también reconoce la capacidad técnica limitada y los problemas de acceso a insumos y créditos, particularmente en las provincias orientales (las que tienen más casos de anemia infantil). Esta región tiene las tasas de desarrollo más bajas del país.
El PMA señala que la reforma monetaria iniciada en 2021 ―la llamada Tarea Ordenamiento― no solo redujo los subsidios alimentarios, sino también que ha estado acompañada de una inflación más alta de lo pronosticado. Estos factores han profundizado la brecha de desigualdad, causando precios más altos en los bienes y servicios básicos y afectando la vulnerabilidad de los hogares y su acceso a alimentos.