LA HABANA, Cuba, 15 de marzo (Gustavo Pardo Valdés, 173.203.82.38) -En la noche del viernes 11 de marzo, la Academia Cubana de Altos Estudios Masonicos efectuó una Sesión Solemne y Pública, la cual sirvió de marco al Sr Roberto S. Ramírez Galdurralde para exponer el tema “El Ajefismo en Cuba”; acto que tuvo lugar en el piso 10 del Gran Templo Nacional Masónico. En el vvento se hallaban presentes miembros de la tres Secciones que componen la Corporación; así como representantes de las logias masónicas y acacistas de la ciudad.
En su discurso, el orador expuso una síntesis de los principales eventos ocurridos durante la existencia de la Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad; matizando dicha exposición con numerosas anécdotas y experiencias personales vividas, especialmente durante los últimos años de esta Organización.
Galdurralde, en el transcurso de sus 52 años de vida masónica, ha ocupado cargos de relevancia en los Gabinete de distintos Grandes Maestros; además, presidió de la Sección de Historia de la Academia de Altos Estudios Masonicos. El año 1961, este masón fue nombrado Secretario de la Comisi0on Nacional Asesora del Ajefismo y Asesor Provincial de la Habana; cargos que desempeño hasta el año 1965; fecha en que el Gran Maestro Francisco M. Còndom Cestino, declaró en suspenso los trabajos de esta Asociación.
La Asociación Juvenil Esperanza de la Fraternidad (AJEF), fue fundada en 1936 por el ex Gran Maestro don Fernando Suarez Núñez. En ella podían ingresar adolescentes y jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y los 21 años. Esta Sociedad tuvo un rápido desarrollo en el país, extendiéndose a todas las provincias de la Isla, e inclusive, a otras naciones de la America Central, en donde aun existen asociaciones de este tipo.
A partir de 1959, los cambios políticos, económicos y sociales introducidos en Cuba por el nuevo régimen; originaron la polarización de la sociedad cubana de la época. Esta situación causó que muchos jóvenes abandonaran las instituciones fraternales y religiosas en las cuales hasta ese momento habían militado, para integrarse a nuevas asociaciones juveniles progubernamentales; tales como la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR). Esta situación implicó que en las logias ajefistas quedaran integradas por jóvenes desafectos al nuevo estado de cosas, lo cual provocó frecuentes roces entre las logias AJEF y el Gobierno. No fueron pocos los ajefistas que fueron enviados a los tristemente celebres “campamentos” de las “Unidades Militares de Apoyo a la Producción” (UMAP).
A pesar de la oposición de los Ajef y de muchos masones; esta situación obligó a que en 1965, Còndom Cestino, decretara el receso los trabajos de la Agrupación AJEF de Cuba. En ese año, los Ajef contaban con 147 logias.