MIAMI, Estados Unidos.- Los cubanos Ridel Brea y Richard Morera intentaron salir ilegalmente de Cuba en 2015 rumbo a Estados Unidos, pero fueron interceptados en altamar y enviados a la Base Naval de Guantánamo para ser procesados. Aunque las autoridades no los devolvieron a la isla, nunca imaginaron el cambio que darían sus vidas ni dónde terminarían viviendo.
En una entrevista que ambos concedieron a BBC Mundo, Brea y Morera contaron lo que vivieron por casi un año en Guantánamo y cómo fue asentarse en Brisbane, Australia, a donde fueron enviados como refugiados.
Ridel salió de Cuba en una embarcación ilegal en julio de 2015, por Cojímar. Viajaba con otros 12 cubanos, todos con el objetivo de llegar a costas de Estados Unidos. Por ese entonces todavía existía la política “pies secos/pies mojados”, que concedía automáticamente asilo a los cubanos que tocaran tierra estadounidense.
Brea dejó un niño pequeño en la isla, pero según contó tuvo que abandonar el país por la presión de la Seguridad del Estado. Su plan era estudiar criminología en la Isla, sin embargo, para logralo le dijeron que debía convertirse en informante.
“Fue entonces cuando se involucró con la propia oposición y comenzó a hacer periodismo independiente hasta que le amenazaron con meterle preso”.
Ridel Brea fue interceptado en el mar un día y medio después de haber zarpado. Los rescató un barco norteamericano. “Fue casi un regalo de Dios. Porque esa misma noche cayó tremenda tormenta. Al día siguiente fuimos a rescatar otra embarcación cubana que llevaba perdida dos días. En la embarcación había un muchacho de 19 años muerto”, recuerda.
Los 12 cubanos que viajaban con él fueron devuletos a Cuba, Brea enviado a la Base Naval de Guantánamo.
Parecida fue la historia de Richard Morera. Salió también por Cojímar, en 2015, luego de haber sido acosado por la Seguridad del Estado por su oposición política. En la que fue su segunda salida ilegal del país, la primera había sido por Caibarién, fue interceptado y enviado a Guantánamo.
Morera fue el único de un grupo de nueve balseros que no fue devuelto a Cuba. Él y Ridel lograron probar ante los oficiales estadounidenses el miedo creíble. Ambos lograron que sus casos de asilo fueran procesados.
No es algo usual, pero “si se prueba que una persona hallada en el mar sufre miedo creíble mediante una entrevista oficial, se supone que esa persona es procesada y puede calificar para un estatus de asilado o refugiado”, dijo a BBC Mundo Juan Carlos Gómez, director de la Clínica de Inmigración y Derechos Humanos de la Universidad Internacional de Florida.
“Sin embargo, no todos consiguen demostrarlo. Y personas en situaciones similares han sido tratadas de forma distinta. Es lo triste de la ley, depende de quién la interpreta y quién la hace cumplir”, agregó Gómez.
Según revela BBC Mundo, Richard Morera y Ridel Brea pasaron alrededor de un año en Guantánamo hasta que sus casos fueron procesados y le notificaron en 2016 que habían sido admitidos en Australia como refugiados.
Los cubanos se conocieron en la Base Naval de Guantánamo, donde podían hacer de todo, con algunas restricciones, como el acceso a Internet. “La verdad que en la Base Naval no estábamos mal. Había bolera, cine, supermercados, tiendas y restaurantes. Ahí dentro la gente hacía lo que quería”, recordó Richard.
Los casos de Ridel Brea y Richard Morera fueron gestionados a través de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a cargo de tramitar con distintos países el destino de los refugiados. Los cubanos que son intercepatdos en altamar y no devueltos a Cuba pueden perfectamente terminar en un país que no es al que inicialmente querían llegar, como lo es Australia.
“Había cubanos que mandaban a Costa Rica, Canadá, Eslovaquia…hasta que llegó nuestro turno y nos dijeron que nos tocaba Australia”, dijo a la BBC Richard. “Bueno, es lo que toca”, pensó, aunque el destino importaba poco, “para donde fuera, pero a Cuba no podíamos volver”, agregó.
Hoy ambos dan gracias por haber sido enviados a un lugar tan lejano y exótico para los cubanos, aunque fue “tremendo choque”, contaron.
“Pensábamos que gracias a las clases de inglés gratis que nos dieron en Guantánamo no tendríamos muchas dificultades con el idioma, pero claro, aprendimos con acento estadounidense. Cuando llegamos a Australia no entendíamos nada”, dijo Richard.
Los dos tienen miedo regresar a Cuba, sobre todo por sus posiciones políticas. No obtante, “en la distancia, ambos siguen atentos a la realidad de su país natal y participan en actividades políticas pidiendo alternativas al gobierno socialista”.
De acuerdo a la BBC, una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. aseguró que 445 personas habían sido reubicadas en terceros países a través del Centro de Operaciones de Migración con sede en Guantánamo desde 1996. La gran mayoría eran cubanos.
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