MIAMI, Estados Unidos. – El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros desde abril de 2018, fue designado Presidente de la República de Cuba este jueves en sesión extraordinaria del Parlamento cubano.
De acuerdo con medios oficiales de la isla, Díaz-Canel recibió el voto de 579 de los 580 diputados presentes en la Asamblea.
Para el cargo de Vicepresidente de la República fue designado, con 569 votos, Salvador Antonio Valdés Mesa, veterano político y exdirigente sindical de 74 años que ya se desempeñaba como número dos del Ejecutivo.
Reseña Granma que, de acuerdo con la Ley Electoral, los votos obtenidos por Díaz-Canel y por Valdés Mesa representa el voto de la mayoría absoluta de los diputados que integran el Parlamento de la isla.
Tras el escrutinio, ambos cargos fueron ratificados por el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández.
El cargo de Presidente de la República otorgará a Díaz-Canel poderes más amplios, ya que podría tomar decisiones sin depender de la aprobación del Consejo de Estado, al menos formalmente.
“Hoy comienza una nueva etapa de trabajo para quienes representamos al Estado y al Gobierno”, afirmó el gobernante en su primer discurso tras asumir el nuevo cargo, en el que aseguró que “la tarea número uno tiene que ser el futuro”.
Las palabras del mandatario se difundieron en tiempo real a través de la cuenta de la Presidencia cubana en Twitter, ya que la televisión transmitió con un diferido de dos horas la sesión parlamentaria, a la que además no se permitió el acceso de la prensa extranjera acreditada en la isla.
Díaz-Canel estableció como prioridades de su Gobierno “las exportaciones, la inversión extranjera, la construcción de viviendas, la producción de alimentos, el turismo, el transporte y las fuentes renovables de energía”, y llamó a “resistir” para superar la actual crisis energética que sufre el país por problemas de desabastecimiento de combustible.
En este sentido, hizo un llamamiento a “disminuir los gastos y ahorrar”, así como “sistematizar las buenas soluciones nacidas de los años más duros del Período Especial”, en referencia a la grave y prolongada debacle económica que sufrió Cuba desde 1991 tras la caída de la URSS y la retirada de sus subsidios.
También aludió a Estados Unidos, un “imperio, viejo y desmoralizado” bajo la dirección de una “tropa de políticos mediocres y mendaces”, culpó una vez más a la Administración de Donald Trump de los males económicos que sufre Cuba y reiteró la acusación al país vecino de querer dominar la isla.
“El país volverá a la normalidad, pero no será con los mismos modos de hacer. Si algo bueno tuvieron estos días de tensión, ha sido sacar a flote las enormes reservas con que cuenta Cuba para trabajar de manera más eficiente”, señaló el gobernante.
La sesión extraordinaria contó con la presencia de Raúl Castro, quien continúa a la cabeza del régimen de la isla como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).
(Con información de EFE)
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