BAYAMO, Cuba. – A las 6.00 am del día de ayer fue desalojada y arrestada por las autoridades, María de los Ángeles Jiménez Cutiño, de 42 años junto a tres de sus hijos de 6, 9 y 11 años respectivamente, quienes desde hace 16 días permanecían en el Hogar Materno “Celia Sánchez Manduley” del reparto Siboney en Bayamo, en una parte del inmueble que permanece vacía desde hace más de dos meses.
El pasado 11 de mayo, esta bayamesa que padece de un cáncer, desesperada por las pésimas condiciones de la vivienda donde vivía y tras 7 años de gestiones infructuosas ante varios organismos estatales, decidió meterse a la fuerza en el hogar materno para presionar al gobierno y obtener solución final a sus malas condiciones de vida y estado crítico de la casa.
Vecinos de lugar, despertados por el ruido y los golpes durante el desalojo, comentan que muchísimos policías y personas del gobierno rodearon las dos manzanas, dicen haber visto más de 7 patrullas, un carro de bomberos, una ambulancia y un camión cisterna.
“A pesar del alboroto y los gritos de los vecinos en apoyo a María de los Ángeles y ante la brutalidad del desalojo, varios policías se acordonaron frente al materno y continuaron la detención”, dijo Xiomara vecina del lugar.
En entrevista luego de la detención, María contó a CubaNet: “Llegaron un promedio de 50 policías, rodearon el local, rompieron los candados, la puerta y me mantuvieron encerrada en un cuarto para que nadie viera lo que pasaba. Después un oficial me cogió por el cuello y casi me ahorca (dice mientras nos señala la marca en su cuello y se queja de dolor). Un policía me agarró por las piernas y me llevaron a la fuerza hasta la esquina de la cuadra, donde me metieron en una patrulla.”
“A los niños los volví a ver en la Unidad de la policía, el varón estaba descalzo y sin camisa y las niñas con la ropita con que dormían y despeinadas. Los trajeron en otra patrulla, ellos saben que no pueden montarlos allí, pero hacen lo que les da la gana… mientras me detenían iban sacando de la casa todo lo que yo tenía allí y ahora no sé qué habrán hecho con esas cosas”, añadió.
Luego de reflexionar un momento, María amenazó: “Pero esto no se queda así, ahora es que les voy a dar guerra. Ahora me soltaron descalza y a pie a más de 4 km de la casa, uno de los policías dijo que ellos no pueden retenerme en la estación y que solo cumplían orientaciones del Gobierno”.