SANTA CLARA, Cuba.- Yoel Bravo López y Yunier Santana Hernández, miembros del Movimiento Opositor Juventud Despierta (MOJD) llevan en su cuerpo las huellas del atropello de la dictadura. El pasado mes de febrero fue un período terrible para estos jóvenes residentes en la central ciudad de Santa Clara.
El cinco de marzo, en solidaridad con Jorge Luís García Pérez (Antúnez), realizaron una marcha como protesta para que el gobierno devolviera los bienes sustraídos a Antúnez.
En esa acción Yoel Bravo fue llevado a las afueras de la ciudad de Santa Clara y en un desolado camino, rodeado de marabú, miembros de la Brigada Especial de la policía le propinaron una paliza que lo dejaron una semana lesionado. Perdió la conciencia por varios minutos.
De igual forma, el pasado 24 de febrero, al cumplirse un aniversario más del derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, Bravo López y Santana Hernández se trasladaron hasta el municipio Sagua la Grande, para rendir tributos a los muertos, junto a otros jóvenes de la municipalidad. Allí fueron arrestados e introducidos en un auto blanco, modelo Niva, de origen ruso.
A las afuera del poblado, el oficial Michel Palacio los amenazó de muerte. Dijo que cualquier día alguna persona podía apuñalearlos por la espalda.
Yoel y Yunier, miembros también del Frente Orlando Zapata Tamayo, mientras regresaban de casa de Antúnez, en el municipio de Placetas, el pasado 27 de febrero fueron introducidos en el auto patrullero # 275, por órdenes de un oficial apodado “Prematuro”, y conducidos hasta una zona despoblada a la salida de Placetas, a unos tres kilómetros de la carreta. Allí experimentaron una de las peores detenciones, según comentaron.
Les quitaron la ropa y los requisaron. Trataron de persuadirlos para que abandonaran la actividad opositora. Acto seguido, les propinaron puñetazos por la cara, cabeza, espalda y abdomen. También los tiraron contra el suelo, arrastraron y tiraron para el interior de la patrulla. Yoel perdió la conciencia otra vez y sangraba de la rodilla derecha. Le dieron dos puntos de sutura.
Los dos jóvenes fueron embarcados para la ciudad de Santa Clara. Señalaron además que los oficiales de la policía política (Seguridad del Estado) no están presentes en las golpizas. Entregan los detenidos a la policía ordinaria y miembros de la Brigada Especial. Después de golpearlos los recogen y embarcan para donde les parezca.
La esposa de Bravo López, y su hija de seis meses, estaban presentes a la hora de la detención. Ella no fue detenida, señalaron los activistas de Derechos Humanos.