LA HABANA, Cuba, 25 de septiembre de 2013, Leonel Alberto Pérez Belette/ www.cubanet.org.- La parte vieja de la ciudad se colmó ayer de atributos blancos, durante el amplio programa dedicado a Nuestra Señora de las Mercedes, Obbatalá. Advocación de la Virgen María, cuya misa principal comenzó, justo a las seis de la tarde, en su homónimo Santuario de la calle Cuba, y fue proseguida por la tradicional peregrinación alrededor del templo; además de la concurrida y posterior romería de fieles frente a la imagen.
Las Damas de Blanco, encabezadas por Berta Soler y un numeroso grupo de activistas políticos, participaron activa y respetuosamente en la solemnidad, sin emitir comunicados e integrados al laicado; fue una de las más bellas ceremonias acontecidas en ese lugar de culto y en la ciudad, según asiduos de esa parroquia y también en la memoria de este reportero.
A pesar de la cuantiosa presencia de efectivos de la policía política y otros paramilitares, hasta el momento de redactada esta nota, ninguna autoridad gubernamental se atrevió a vetar la entrada de opositores al recinto; un inédito caso de “tolerancia”.
La homilía estuvo a cargo del carismático padre Gilbert Walker; cariñosamente rebautizado Gilberto por el pueblo.
La Virgen de la Merced, o Las Mercedes, es patrona de la ciudad de Barcelona y también denominada en el catolicismo como Generala de los Ejércitos Celestiales, Reina de la Paz y la Mujer Vestida de Sol; suele llevar el escapulario de la Orden Mercedaria y cadenas rotas.
En Cuba, la devoción a esta advocación mariana es notable hasta por el número de mujeres que llevan su nombre, o visten prendas blancas en su honor. Dentro de la religión Yoruba es sumamente respetada como misericordiosa abogada representativa de lo puro y por asociación de todo lo blanco.
También, es la diosa protectora de los presos, de ahí que especialmente las Damas de Blanco le rindan culto.