MIAMI, Estados Unidos.- Luego de casi un mes de haber sido detenidos en el aeropuerto de Miami, una pareja de cubanos llegada tras el fin de la política de “pies secos, pies mojados” permanece bajo custodia habiéndole sido denegada la solicitud de asilo.
Aquilino Caraballo, de 67 años, permanece detenido en Krome, Miami, mientra que Georgina Hernández, de 64 años, está en el Centro de Transición de Broward, conocido como BTC, detalla El Nuevo Herald.
Su familia informó este martes que no se sabe cuándo serán deportados a la isla, aunque el fallo judicial fue dado a conocer el pasado 4 de abril.
Geidi Caraballo, de 41 años e hija del matrimonio, dijo que los familiares estaban “destruidos” por la negación de asilo. También aseguró que están “desesperados” debido a que “ya son cuatro meses presos”.
“Ya lo que quiero es que los manden para Cuba”, afirmó Caraballo.
Añadió que sus padres “están desesperados porque lo que quieren ya es irse. Eso es una tortura psicológica”.
“Mis padres no son delincuentes, son personas decentes que tienen a sus hijos aquí en Estados Unidos”, agregó la mujer.
El matrimonio tenía visa de turismo por cinco años y había venido a EE.UU. seis veces cuando fueron detenidos el pasado 13 de enero en el Aeropuerto Internacional de Miami.
Según familiares, la pareja desconocía que la política migratoria hacia los cubanos había cambiado. Aquilino y Georgina le dijeron a un oficial que “querían quedarse” en Estados Unidos.
Hasta el pasado 12 de enero, los cubanos que llegaban a territorio de Estados Unidos y solicitaban quedarse podían hacerlo amparados en un permiso conocido como parole. Dicho procedimiento fue eliminado por el presidente Barack Obama a pocos días de ser sustituido en el cargo por Donald Trump, el actual mandatario estadounidense.
Según el Herald, el caso de asilo de Aquilino Caraballo y Georgina Hernández podría constituir un precedente para los cubanos detenidos tras la eliminación de la política de “pies secos, pies mojados”. El abogado de la pareja, Wilfredo Allen, no quiso hacer comentarios al respecto de manera inmediata.
Durante una audiencia a puertas cerradas celebrada el 10 de marzo, la defensa había argumentado que Aquilino Caraballo, un pequeño agricultor en Batabanó, al sur de La Habana, había sido acosado por el Estado cubano y probablemente lo sería de nuevo si regresaba a su país.
El hijo del matrimonio, Jorge Caraballo, dijo que a su padre le fueron confiscadas 45 cajas de tomates y otras producciones por intentar venderlas por su cuenta y evadir el sistema de precios topados impuesto en Cuba. Luego las autoridades le habrían amenazado con confiscarle su finca.
A pesar de que la pareja ya está “resignada” a regresar a Cuba, tienen miedo de sufrir represalias, comentó su hija.
“Cualquiera que salga de Cuba y lo vuelvan a mandar para allá tiene miedo”, aseguró Caraballo, quien ha visitado a su madre pero no ha visto a su padre desde su detención.
Según dice la hija, su madre habría perdido la visión de un ojo, “parece que por los nervios”, pero no ha querido que le presten atención médica porque tiene miedo y prefiere que la “dejen tranquila”.
“La llevan a un hospital y no la veo más”, dijo Caraballo. “Cuando llegue a Cuba irá al hospital”.