MIAMI, Estados Unidos.- Un empresario cubano que ha sido acusado de lavar 238 millones de dólares en pagos mal habidos de Medicare, solicitó este miércoles a un juez federal estadounidense que desestimara el encausamiento en su contra.
Jorge Emilio Pérez de Morales, de 52 años, alegó que dirige una compañía legítima de remesas fuera de EE.UU. y que le hubiese resultado imposible cometer el crimen, reporta El Nuevo Herald.
Sin embargo, el acusado no estaba en el juzgado, sino que hizo la petición a través de su abogado defensor.
La audiencia judicial de este miércoles duró casi dos horas. En ella el juez y los abogados tanto defensor como fiscal debatieron si Pérez se consideraba o no fugitivo de la justicia.
“Él no se encuentra presente”, había dicho el juez magistrado Patrick Hunt de Fort Lauderdale al abogado defensor de Perez, Stephen Golembe. “No me queda más remedio que notarlo”.
El juez Hunt afirmó que decidirá pronto qué hacer con respecto al estatus del acusado (si es fugitivo o no), así como con su moción de desestimación de cargos.
Este ha sido el primer caso federal que se conoce de una pandilla dedicada al lavado de dinero resultante de fraude de Medicare entre Estados Unidos y Cuba. El medio hermano de Jorge Emilio Pérez ya se ha declarado culpable, pero este sí se hallaba en EE.UU.
Desde que fuera encausado hace cinco años, Pérez ha estado viviendo en España con su esposa e hijos. No ha recibido la extradición por parte del gobierno de ese país.
La defensa alegó que su cliente no se hallaba en Estados Unidos en el momento que se cometió el delito. Jorge Emilio Pérez de Morales fue encausado desde 2012, pero ya desde entonces no se hallaba en EE.UU., donde no ha vuelto a poner un pie.
Por su parte, el fiscal dijo que autoridades federales de Estados Unidos han tratado de conseguir que Pérez fuera arrestado en España, pero que al parecer sus solicitudes han sido ignoradas.
Pese a que, según el juez, la posición asumida por el acusado de permanecer en el extranjero no lo hace un fugitivo de la justicia, puede descalificarlo para alegar jurisdicción estadounidense con objeto de presentar una moción para la desestimación” del cargo de conspiración para lavado de dinero presentado en contra suya.
A Pérez se le acusa oficialmente de usar su compañía de remesas Caribbean Transfers, con licencia de Cuba, para suministrar cuantiosas sumas de dinero a personas acusadas de fraude al Medicare en Estados Unidos a cambio de transferir el dinero sucio obtenido por ellos de Medicare a través de las compañías-fachada de Pérez en Canadá, pasando por Trinidad, a Cuba.
Caribbean Transfers suministró dinero limpio —el de los exiliados cubanos que enviaban remesas a sus familiares en la isla— a operadores corruptos de servicios de salud en la Florida, Michigan, Tennessee y Nueva York, de acuerdo con los documentos del caso. El papel jugado por Pérez fue descubierto luego que el propietario convicto de un negocio de cobro de cheques en Naples, Oscar L. Sánchez, lo señalara con el hombre que financiaba su negocio de la Florida y otras agencias de envíos de remesas.
El lavado de dinero duró desde 2005 a 2011 y marcó el primer caso en EE.UU. que vinculó el fraude organizado de Medicare en el sur de Florida con el Banco Nacional de Cuba.