VILLA CLARA, Cuba. – Cubana de Aviación, la empresa estatal que opera vuelos dentro y fuera de las fronteras cubanas acumula cada día más detractores por su servicio inestable, mediocre y plagado de insatisfacciones, copia fiel de un sistema que se cae a pedazos. Tan solo una mirada a su página en Tripadvisor, la web turística más influyente del mundo, ya nos muestra a más de 100 clientes con una pésima opinión de la compañía, tanto en vuelos internacionales como domésticos.
Tras el fatídico accidente del 18 de mayo de 2018, en el que perdieron la vida 112 personas entre pasajeros y tripulación y cuyas causas aún no han sido reveladas, Cubana apenas se mantiene a flote rentando aviones de bajo costo que nadie quiere. Aquel dramático suceso fue la antesala de una ostensible disminución de sus operaciones y de la cancelación de un buen número de vuelos interprovinciales, hecho que generó irregularidades en el reembolso de los pasajes a los clientes.
En ese entonces, la aerolínea justificó su situación alegando que no contaban con suficientes aeronaves para cubrir la totalidad de los vuelos, “lo cual no tiene vínculo directo con el lamentable accidente del pasado 18 de mayo, y sí resultado de problemas que se han agravado durante los últimos meses, referidos entre otros, a la contratación de piezas de repuesto y reparación de aeronaves, que en muchos casos debe realizarse en el exterior”, publicó el oficialista diario Granma.
Asimismo, el gobierno cubano ha responsabilizado del actual caos de la empresa al embargo (bloqueo) norteamericano, que dificulta “comprar o arrendar aeronaves con componentes técnicos de prácticamente cualquier tecnología”.
El 24 de octubre pasado, la empresa anunció la reanudación de varias rutas hacia tres ciudades del oriente del país: Guantánamo, Baracoa y Camagüey, sumándose a las ya restablecidas conexiones hacia Nueva Gerona, Santiago de Cuba y Holguín, siempre partiendo de la capital. “Posteriormente se informará del restablecimiento paulatino de otras rutas nacionales, en correspondencia con la normalización de las condiciones en cada destino”, prometieron.
Los aviones que actualmente cubren los destinos domésticos son de fabricación europea, entre los que destacan seis ucranianos y ocho rusos, cuyo rango de uso oscila entre los cinco y los 27 años de explotación comercial. Según el portal planespotters.net, la flota aérea cubana cuenta con apenas 16 aeronaves. Aún así, la nación antillana fue elegida para encabezar la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC).
Viajar estresado
Yuriel Mendoza ha volado dentro de Cuba en múltiples ocasiones, tanto a Nueva Gerona como a Santiago de Cuba. Según nos cuenta, el trato en los aeropuertos no siempre es bueno.
“No se trata de las limitaciones económicas, ni de lo que se puede subir o no a un vuelo, es la forma en que te dan una información: mala cara, gente fría y al parecer nunca hay solución. En mi caso, y no quiero generalizar, no me gusta viajar en ninguna de las formas de transporte que tiene Cuba, pero no hay otra opción”, advierte decepcionado.
A Javier Diez Miniet le da pena que el aeropuerto más importante de Cuba lleve el nombre del prócer José Martí. En un post de Facebook, el joven periodista cubano afirmó que la remodelación realizada a las terminales, al parecer, nunca llegó a la de vuelos nacionales.
“Empecemos con que mi ticket decía que mi salida era a las 5:15 pm y partió a las 6:30 pm. En la entrega de equipajes, ni hablar. Las colas donde quiera. El salón de última espera parece cualquier terminal de fallos de algún municipio desfavorecido del país. Una cafetería en Moneda Nacional donde solo venden café, agua y refresco y una cafetería en CUC con ‘de todo’, pero donde solo aceptan CUC. Hago constar que nunca he viajado a la Isla o a Santiago en avión sin estresarme y me rompieron la maleta”.
Yuriel, por su parte, agrega que en la terminal aérea nacional hay que pagar un servicio sanitario que no siempre es el mejor. “He visto hasta cucarachas dentro de la terminal y en el vuelo Nueva Gerona-La Habana el calor es insoportable. Esa ruta de servicio es inestable. Creo que a nuestras terminales hay que inyectarles capital fuerte, hacer de esos espacios un lugar cómodo y con multiservicio, que se parezca un poco más a la Terminal 3 de vuelos internacionales”.
A finales de 2018, Taylor Torres Escalona, cubano residente en Estados Unidos, abordó un avión con destino a su natal Santiago de Cuba. En su post de Facebook narró que alguien se quejó con la aeromoza por el mal olor dentro de la aeronave y de las dos horas de un viaje que, en teoría, debía durar menos de una. “Ella con una gran sonrisa le dice que en guagua pueden ser 17 horas”, relató Torres Escalona.
A todos estos inconvenientes, se suman las dificultades para adquirir los pasajes, que rumbo a Santiago superan los 200 pesos en moneda nacional. “Conseguir pasaje para un cubano puede ser un ‘trabajo de Hércules’, sin embargo en una agencia, que no recuerdo el nombre y que está en 25 y O, hay vuelos (siempre disponibles) para Santiago a 175 CUC (solo ida, round trip serían 350). No sé cómo lo hacen, pues con ese precio nunca he probado el servicio”, agregó en sus comentarios de la red social.
Una viajera de Argentina le otorgó cuatro estrellas en Tripadvisor a un vuelo de Cubana entre Cayo Coco y La Habana: “El avión, que parecía un poquito viejo, estaba pintado como Blue Panorama. El vuelo, de todas maneras, fue de lo más placentero, despegó y aterrizó con una suavidad magistral.
La tripulación fue muy amable”, reseñó.
Sin embargo, otro usuario remarcó las diferencias que la compañía de vuelo establece entre clientes foráneos y locales. “Es una verdadera vergüenza la forma diferente de tratar a las personas de otros países; amables, gentiles y educados, pero a los cubanos los atienden de cara fea y de mala gana. Deberían aprender un poco más que todos somos iguales ante los ojos de Dios”.
En ese sentido, CubaNet indagó con Yuriel Mendoza si ante tantas insatisfacciones con el servicio se ha quejado con las autoridades responsables. “Nunca lo he hecho porque sé que demorarían en dar respuesta. De mi parte, sé que está mal no quejarse, pero a veces las propias rutinas que tengo me impiden hacerlo, no obstante, en los propios aeropuertos trato de exigir una explicación o informarme con las personas correspondientes”.
La reciente catástrofe aérea en Cuba ha lanzado el temor sobre muchos cubanos a montarse en un avión, aunque este se considere el medio de transporte más seguro. El testimonio de la única sobreviviente aún no se conoce y es poco probable que los medios nacionales se hagan eco de él, para no seguir manchando la imagen de la compañía.
A decir verdad, en los últimos años trasladarse dentro de la Isla se ha vuelto una especie de ruleta rusa, más aún si tenemos en cuenta el alarmante ascenso de los accidentes en las desgastadas carreteras cubanas.