MIAMI, Estados Unidos. — El 15 de mayo de 1977 nació en Santiago de Cuba el opositor Orlando Zapata Tamayo, preso político del régimen castrista, quien murió en 2010 tras una huelga de hambre de 86 días en protesta por las pésimas condiciones de la prisión.
Albañil y plomero de oficio, Zapata Tamayo emigró a La Habana, como tantos de sus coterráneos, en busca de mejores oportunidades laborales. Allí se puso en contacto con la disidencia y se inició en el activismo político, integrando el partido Movimiento Alternativa Republicana.
Su lucha contra la dictadura lo llevó a ser arrestado en varias ocasiones. La primera fue en diciembre de 2002, cuando fue acusado de desacato y recluido por más de tres meses. En marzo de 2003, trece días después de ser liberado, regresó a prisión tras la ola represiva conocida como Primavera Negra, durante la cual fueron encarcelados 75 disidentes, activistas y periodistas independientes. En el momento de su detención, Orlando Zapata estaba participando en una huelga de hambre por la liberación de sus compañeros encarcelados.
Por los supuestos delitos de desacato, desorden público y desobediencia civil, fue condenado a 36 años de privación de libertad tras varios procesos judiciales, y enviado a la prisión de Kilo 8, en Camagüey.
En diciembre de 2009 Orlando Zapata, declarado “prisionero de conciencia” por Amnistía Internacional, inició la huelga de hambre que pondría fin a su vida y lo convertiría en el segundo disidente político desde Pedro Luis Boitel, en 1972, que moría en tales condiciones. Se plantó en denuncia por las precarias condiciones en que vivían los prisioneros, y perseveró en su propósito al punto de que los esbirros, al ver que no podían quebrarlo y temiendo un escándalo político, lo ingresaron en el Hospital de Camagüey, donde le administraron fluidos intravenosos contra su voluntad.
En febrero de 2010 su estado había empeorado tanto que tuvo que ser trasladado a La Habana. Fue atendido en el hospital Hermanos Ameijeiras, donde murió el día 23. La huelga de Orlando Zapata había sido seguida por la prensa extranjera, de modo que su muerte generó de inmediato un fuerte rechazo.
El régimen recurrió a la difamación para intentar disminuir el impacto del brutal suceso. Tal como ha hecho con los presos tras las manifestaciones del 11 de julio de 2021, acusó a Orlando Zapata de delincuente, alegando que había sido arrestado varias veces por delitos comunes, una información que solo salió a la luz después de la muerte del activista, y que fue desmentida por la opositora Martha Beatriz Roque Cabello.
La comunidad internacional criticó duramente al régimen cubano por la muerte cruel del activista, y exigió la liberación inmediata de los doscientos presos políticos existentes en aquella época. Orlando Zapata Tamayo fue incluido en la lista de mártires de la disidencia cubana.