MIAMI, Estados Unidos. – La cosecha de caña de azúcar 2022-2023 comenzó este viernes en Cuba con la meta de producir 455 198 toneladas de azúcar en una zafra que será “pequeña”, según reportó la agencia de noticias EFE.
Las autoridades cubanas del sector esperan que se muelan 6,5 millones de toneladas de caña de azúcar en la actual zafra, en la que solo funcionarán 23 centrales, 13 menos que en la anterior campaña.
Se trata de hacer una cosecha “objetiva, flexible y, aunque pequeña, con buenas prácticas”, concentrando los recursos en menos centrales con la aspiración de lograr “mayor eficiencia”, explicó el presidente de Azcuba, Julio García Pérez, de acuerdo con el reporte de EFE.
En noviembre, Azcuba informó que ninguna de las empresas cubanas envueltas en la zafra azucarera había cumplido el plan de siembra de caña previsto hasta ese momento.
En declaraciones ofrecidas al diario estatal Granma, Dionis Pérez Pérez, director de Informática y Comunicaciones de Azcuba, señaló que la zafra se había visto afectada por varios factores, entre los que figuran la falta de combustible o su llegada tardía, los problemas de explotación de la maquinaria, la baja disponibilidad técnica de los equipos, así como la escasez de fertilizantes y herbicidas.
El directivo reveló que apenas se había cumplido un 41% del plan de siembra anual a nivel nacional. Ello significa que de las 149 334 hectáreas de caña previstas para este año, solo se habían sembrado unas 59 658.
Pérez Pérez habló también de otros problemas que han incidido en la pobre zafra, como la falta de motivación de los trabajadores y la pérdida gradual de la fuerza laboral necesaria para llevar a cabo las principales tareas en el campo.
La zafra azucarera en Cuba está en caída libre desde hace varios años. La campaña de 2021-2022 llegó a mínimos históricos, con apenas 473 000 toneladas de azúcar producidas, cifra inferior a las registradas en la Isla en los últimos 120 años.
Con el objetivo de economizar recursos, las autoridades aseguraron que la zafra 2022-2023 sería “corta, pero eficiente”, y que debería reportar unas 455 198 toneladas de azúcar, menos de 20 000 toneladas que las producidas en el curso anterior.
La industria del azúcar fue en otras épocas la locomotora económica de Cuba, pero sufrió una drástica caída productiva a partir de la década de 1990 con la crisis que sobrevino tras la caída de la URSS.
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