VILLA CLARA, Cuba. – Bajo una convocatoria de cambio de última hora librada por el CENESEX para irse de juerga con los oficialistas junto a un grupo de “artistas” y emular/aplastar así a la otra movilización de independientes que tendrá lugar en la capital del país esta misma tarde, los diversos sexuales divididos adelantan una semana de “celebraciones” que tras la insólita suspensión del florido carnaval que recorre unos metros en la rampa habanera, promete controversia y posibles trifulcas con trasfondo político y hasta policial.
Lo irrisorio del asunto queda soslayado por lo trágico que significa para algunos grupos al margen, como “Construyendo una Agenda por La Diversidad Sexual” que lidera Yadiel Cepero en Facebook, pues todos excepto el CENESEX que acusa al resto usando a su portavoz y vicepresidente el abogado Manuel Vázquez Seijido, carecen de los recursos financieros y movilizativos que derrocha aquella institución subvencionada por el MINSAP.
Precisamente tales interdependencia/pertenencia ha revuelto las redes inalámbricas con cuestionamientos sobre la ya remota supresión de la homosexualidad de la lista de enfermedades (mentales) que en Cuba parecen no haber (sub)sanado nunca en las testas atiborradas de grados y estrellas de muchos que reniegan su condición cromañona.
El sitio, de Mariela Castro y allegados, anunció que a las 4 pm se abriría en el complejo recreativo José Antonio Echevarría, una “actividad” cultural con varios artistas que han sido cuestionados por sus complicidades con el poder, para suplir de esa manera la ausencia de otra conga como la proscrita del cercano 17 y acallar las críticas hasta del neoturismo dedicado al sector emplumado que ya puede reservarse en una página ¡enemiga!, sin hacer mención a los 60 años de la ANAP, coincidencia que en ocasiones anteriores careció de relevancia. Pero en Cuba existe un misticismo anacrónico respecto a fechas y simbolismos subsecuentes.
Usando la etiqueta #ReescribeLaFelicidad (como si tal cosa fuera alcanzable en nación como la nuestra transida de perennes penurias), la web del centro que regula, cosifica, dosifica y reprograma toda la actividad permisible y bien mirada por la magistratura para con el ramo alado, lanzó el cambio de hora solo para calentar la pista.
La respuesta no se ha hecho esperar y algunos miembros de grupos como “Proyecto Arcoíris” (con excepción de Francisco Rodríguez Cruz-Paquito el de Cuba, a quien no le tienen permitido insertar consigna fuera del ámbito acatador/comunistoide) han sacado la cara ante el insulto y salido a dar batalla.
Siquiera se han atrevido a contradecir la opinión del único asambleísta abiertamente gay del régimen, el que ha disentido frente a tamaña e incomprendida prohibición de la única muestra pública anual de libertad ciudadana.
Dada la precariedad de la situación en general y la destartalada comandancia de la república que no sale de una para entrar en otra calamidad aún más opresiva, el panorama represivo, enrarecido desde siempre, parece aventarse tras estas propuestas conjuntas.
Algunos promotores independientes del evento primeramente convocado para el Parque Central de La Habana y ahora movido para la céntrica esquina de Calzada y 12, han sido acusados como “contrarrevolucionarios al servicio del Departamento de Estado de los EE.UU” en un artículo firmado por Marcos Velázquez Cristo, en el sitio digital PostCuba/Cuba en Revolución.
En el relato casi policial el autor alega que “existe una histórica intención” del vecino del norte en desestabilizar, además, al país, infiltrando el ya frágil de por sí movimiento LGBTI+, el cual disiente del organigrama estatalizado y control individual mediante el otorgamiento y la aceptación de vergonzosas becas, suministros materiales alevosos y punibles financiamientos directos.
Y no solo ataca a cubanos con nombres y apellidos.
También el ciudadano estadounidense Michael Petrelis, quien ha desfilado varias veces del brazo de la hija de Raúl Castro y exhibido su colorida estampa en las congas del CENESEX, aparece inventariado como agente al servicio de la gubernatura anticubana que manipula a la contra interna en condición de mediador por encargo e intrusivo espécimen espurio al mando de los servicios secretos del enemigo, comparándosele con el subcontratista Alan Gross, al que el régimen cubano liberó a cambio de que viniera Obama.
Con estos aires tan batientes, a cualquier ingenuo se le ocurre imaginar, como añade el comentarista, que no habrá problemas este sábado y que ambas actividades transcurrirán sin violencia reportable.
En un país tan calmo…