LA HABANA, Cuba.- Coordinado por la revista Espacio Laical y el Centro Cultural Félix Varela de la Arquidiócesis de La Habana, en el marco de los encuentros sobre temas sociales conocidos como “En diálogo”, se desarrolló un debate sobre el proyecto de constitucion en el Aula Magna del Centro Félix Varela conducido por un panel de juristas.
El encuentro se inició con la intervención de los juristas Rolando Suárez, Mario Rivero y Julio Fernández Estrada, quienes valoraron la propuesta constitucional y las lagunas de la Constitución vigente.
Fernández Estrada, quien fungió como moderador del evento, explicó que la Constitución actual, en el artículo 62, considera delito ir contra “la voluntad del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo”, por lo que la comisión que elaboró el anteproyecto de la nueva constitución cometió delito porque no se puede ir contra la voluntad del pueblo, y el comunismo ha sido borrado por completo del actual proyecto”.
Según Fernández Estrada, la comisión también infringe la ley al plantear, sin ser llevado a plebiscito, que se puede ser cubano aunque no se nazca en Cuba.
“El matrimonio igualitario podía haber sido plebiscitado también, porque una Constitución no tiene que tener un concepto de matrimonio”, señaló Fernández Estrada.
Los panelistas consideraron que hay falta de transparencia en el proceso de debate constitucional al desconocerse las cifras de participación, las informaciones generales sobre los temas tratados, etc.
No obstante, Fernández Estrada destacó que por primera vez en la historia del socialismo cubano se habla de estado de derecho y de derechos humanos. “Hasta hace pocos años el Estado de derecho era un concepto catalogado como burgués, enfrentado al concepto de la teoría jurídica cubana de la legalidad socialista”, dijo Fernández Estrada.
Otro panelista, Mario Rivero, expresó su desacuerdo con el control constitucional por parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde la mayoría de los diputados pertenece al Partido Comunista de Cuba. “Si fuéramos a tener un tribunal constitucional tendría que ser independiente, que nadie pueda influir; a eso no hay que tenerle miedo, hay que temer a las violaciones constitucionales, como sucede en la actualidad”, advirtió.
A la exposición de los panelistas siguieron los criterios y preguntas de los presentes, que llenaron a tope el Aula Magna, algo inusual en otros encuentros.
La mayoría de los comentarios y las preguntas sobre la nueva Constitución giraron en torno a los derechos humanos, la libertad de expresión, la continuidad del partido único como rector social, la ideologización del texto constitucional, la educación pública, el matrimonio igualitario, los derechos de propiedad, la acumulación de riquezas y las leyes que protegerán a la nueva Constitución.
Uno de los participantes en el encuentro mostró su preocupación acerca de lo que sucederá con la codificación posterior a la aprobación de la nueva constitución.
El panel manifestó la misma inquietud en la respuesta del licenciado Fernández Estrada. “¿Quiénes hacen las leyes en Cuba? Leyes que se producen diferente a todas partes del mundo (…) La política en Cuba significa algo diferente al resto del mundo. Aquí una política significa un marco general de tres cuartillas sobre un asunto importante de la nación, y esa política es secreta. Por eso se extraña en el proyecto frases como administración pública, políticas públicas “, dijo.
El abogado Mario Rivero, en referencia a la República con todos y para el bien de todos, a la que aspiraba José Martí, dijo: “Con el artículo 5 se refuerza la posición de una organización política única. Entonces, ¿quiénes somos todos? Por una cuestión de coherencia no debe estar la cita martiana, y mas cuando se refuerza agregando el adjetivo único, el modelo monopartidista que indica que las personas con una posición política determinada conducen a todos los demás”.
El economista Orlando Freire Santana, que asistió al evento, pidió la palabra para recordar que “Martí fundó un partido único solamente para la guerra, nunca pensó que ese partido sería el rector de la sociedad cubana”.
Otro participante citó al general Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, cuando dijo: “En el 6to Congreso del Partido se dijo que no habían cumplido los acuerdos del 1er Congreso, ya habían pasado 40 años. En el 7mo dijo que tenían como asignatura pendiente la economía, y durante casi 60 años es una asignatura pendiente”.
“En diálogo” se realiza de forma trimestral, unido al lanzamiento de la revista Espacio Laical. En los últimos encuentros, que han sido menos concurridos, se ha discutido sobre la indisciplina y la felicidad en Cuba.