LA HABANA, Cuba. – Desde hace casi 20 años los vecinos del barrio Sucu Sucu, en el reparto Párraga, de Arroyo Naranjo, conviven con un salidero de aguas albañales. En diferentes momentos los residuos putrefactos han contaminado el agua potable de la zona, lo que ha provocado el reclamo constante de los residentes a los organismos del Gobierno.
Sin embargo, a pesar de que brigadas de Aguas de La Habana solucionan momentáneamente la situación, la fosa vuelve a verter aguas negras y por dos de las calles del barrio, Pinar del Río y Hatuey.
Aunque las tuberías se destupen cada vez que ocurre uno de estos incidentes, el problema se repite, asegura Julia Fernández González, quien reside en Pinar del Río, entre Calixto García y Hatuey.
“Son tantos y tan grandes los problemas con esas alcantarillas, que el Gobierno tiene que hacer un arreglo capital y una gran inversión para solucionar definitivamente la situación”, manifestó.
El salidero comienza en la calle Pinar del Río y pasa a Hatuey, donde se encuentra el vertimiento más grande. Las tuberías de Pinar del Río tienen salida al río Orengo (conocido como río de Párraga). Cuando llueve fuerte entra el agua por el registro y al no poder salir debido a la tupición y las roturas, regresa a la calle Hatuey y se derrama por toda la arteria.
La situación en Sucu Sucu no solo dificulta el tránsito por las calles afectadas, sino que también ha conllevado a que muchas de las casas que se encuentran en los alrededores tengan problemas en sus sanitarios.
Precisamente, una de las vecinas del lugar, Aracelis Calzadilla, lleva más de 20 años “haciendo la gestión” para que el Gobierno solucione de una vez los problemas de desagüe, pero solo “llega, destupe y se va”.
“En el 2000 se metió el río aquí y acabó, se llevó hasta las paredes de las casas. Los vecinos en aquel momento fuimos al Partido Provincial a protestar; vinieron y dragaron el río, pero al hacerlo aplastaron las tuberías y desde ese momento mi casa se llenó de aguas albañales, negras como el petróleo”, relató la habanera de 62 años.
Tras las quejas, según refiere Calzadilla, una brigada de Aguas de La Habana abrió un falso registro para solucionar la laguna de excrementos que se acumulaba en la calle Pinar del Río; sin embargo, esas aguas albañales comenzaron a salir por la casa de la mujer y como consecuencia perdió la mitad de su vivienda.
“Vino un especialista de Vivienda y me dieron expediente para albergue, pero se limpiaron conmigo. Ya la gestión para que arreglen se ha vuelto caótica, hace más de 15 años si mal no recuerdo dijeron que iban a poner nuevas todas esas tuberías, pero hasta ahora no ha sucedido”, aseguró.
En el 2021, el presidente del Consejo Popular Párraga, Omar García, “habló directamente con el jefe de Aguas Negras” pues, debido a un mal trabajo anterior, había comenzado a contaminarse el agua potable del barrio.
Al respecto, en agosto de ese mismo año los vecinos de una ciudadela ubicada en la calle Pinar del Río entre Calixto García y Hatuey, enviaron una carta a varios organismos del régimen, sobre la necesidad de una solución a dicha “situación colectiva”.
“Somos una comunidad en un barrio marginado, un tanto olvidada con las calles llenas de basura y vertimientos, un mal olor repugnante por cada paso que das (…). Desde hace unos cuatro años estamos sufriendo con el brote de aguas albañales dentro de la misma [la ciudadela], la cual se desliza hacia afuera y corre por toda la calle con una pestilencia que penetra…”, explican los vecinos en la misiva.
Asimismo, los residentes de Sucu Sucu refieren que en la ciudadela viven muchos niños y adultos mayores que han presentado erupciones en la piel y hasta ingresos por infección en las vías respiratorias; además de la presencia de roedores y cucarachas por todo el lugar.
Los vecinos afectados ya han denunciado la situación en organismos como Aguas Negras de Mantilla y de La Palma, ambos en Arroyo Naranjo, Vivienda y Gobierno provinciales, pero no han recibido una respuesta certera y definitiva.