LA HABANA, Cuba 18 de enero de 2013, 173.203.82.38.- La aparición este año del cólera en la capital, después de que las autoridades señalaran que los focos del verano del 2012 habían sido sofocados, ha creado un mar de dudas en los capitalinos.
Tan es así que en las cafeterías las ventas bajaron drásticamente en menos de una semana, y ahora muchas anuncian que refrescos y jugos se elaboran con agua hervida y clorada.
Por otra parte, los maestros de las primarias y secundarias del Cerro, en la semana del 10 al 18 enero, fueron acuartelados en el Clínico de 26 (Joaquín Albarrán), para chequeo del cólera. Los jóvenes son maestros emergentes de las provincias orientales, por donde apareció la pandemia en la primavera del 2012 y luego empeoró con los embates del ciclón Sandy.
En la primaria Miguel Figueredo, en El Cerro, cerrada en los primeros quince días del brote y reabierta de nuevo, a un maestro se le atribuyó el contagio a varios alumnos.
Los habaneros conocen que es política del gobierno central minimizar las epidemias; por tanto, no confían en “notas informativas” oficiales, ya que están manipuladas y responden a una estrategia para seguir vendiendo al mundo la idea de una supuesta potencia médica. Hoy este es el tema de conversación en La Habana.
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