MIAMI, Estados Unidos.- Cinco exdiplomáticos de EE.UU. enviaron una carta al presidente electo Donald Trump esta semana pidiéndole que revoque las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Barack Obama para relajar las sanciones a Cuba, informa El Nuevo Herald.
Los exfuncionarios solicitaron al próximo inquilino de la Casa Blanca que en sus primeros cien días en el Ejecutivo se anulen “las mal concebidas e ilegales órdenes ejecutivas que levantaron restricciones para hacer negocios con el régimen de Castro”.
La carta la firman Everett Ellis Briggs, exembajador en Panamá y Honduras y asistente especial de George Bush en el Consejo de Seguridad Nacional. Asimismo rubricaron la misiva Elliot Abrams y Otto Reich, exsubsecretarios de Estado para América Latina, junto a Jose S. Sorzano, exembajador ante Naciones Unidas. El exjefe de la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana, James C. Cason, también firma la carta.
La iniciativa fue coordinada por el Centro para una Cuba Libre, que aboga por mantener una línea dura contra el régimen comunista. La organización ha querido “recordarle al presidente electo las promesas que hizo a los cubanoamericanos, con la esperanza de que no pase lo mismo que pasó con Obama, que prometió que el foco sería la libertad de Cuba y luego cambió de opinión”, comentó Frank Calzón, director del Centro.
Los diplomáticos retirados solicitaron a Trump que termine “lo antes posible” con una instrucción dada por Obama a agencias gubernamentales para que cooperen con contrapartes cubanas, entre ellas la Seguridad del Estado.
“Queremos que le eche un mirada nueva” a la política hacia Cuba, dijo James Cason refiriéndose a Trump. “Hemos dado demasiado. Que dé un paso atrás, lo reconsidere —no para romper completamente la relación, pero ciertamente para no dar nada más—”.
Durante su misión en La Habana, el también exalcalde de la ciudad de Coral Gables se convirtió en uno de los jefes de la Sección de Intereses de EE.UU. más atacado por el gobierno cubano.
“Una de las cosas más importantes es cancelar esta cooperación con las agencias de seguridad”, dijo por su parte Otto Reich, también de acuerdo no en “echar abajo todo de pronto, sino examinar todo lo que hizo el presidente Obama”.
“Se puede considerar mantener lo que ayude al pueblo de Cuba directamente, pero no lo que envíe dinero al Partido Comunista de Cuba, [al conglomerado militar] GAESA o las fuerzas armadas”, agregó Reich. El político retirado considera que se debería eliminar el cambio en la definición de “nacionales bloqueados”, algo que permitiría a miembros del Ministerio del Interior y el Partido Comunista cubanos recibir remesas provenientes de Estados Unidos.
En la carta se criticó además la abstención de EE.UU. en la pasada votación de la Asamblea General respecto de la resolución cubana que condena el embargo.
Donald Trump prometió durante su campaña presidencial acabar con la política de acercamiento a Cuba si no conseguía “un mejor trato” con las autoridades del régimen comunista. Su posición al respeto le valió el voto de una buena parte del sector cubanoamericano que aboga porque EE.UU. mantenga una línea dura contra el gobierno de La Habana.