MIAMI, Estados Unidos. – Los fanáticos chinos se quedaron sin disfrutar en directo del episodio final de la popular serie Juego de Tronos, emitido este domingo a las 9 de la noche (Hora del Este de EEUU).
Según diversos medios, la compañía local Tencent Video, dueña de los derechos de difusión de la zaga en el gigante asiático, se vio obligada a posponer la emisión de este domingo alegando “problemas de transferencia”.
“Queridos usuarios, lamentamos informarles que el sexto episodio de la octava temporada de Game of Thrones no estará disponible en forma online en el momento esperado debido a un problema en la transferencia del contenido. Los mantendremos informados de la nueva fecha”, señaló el comunicado de la empresa a través de su cuenta oficial de Weibo, una de las principales redes sociales que funciona en China.
El imprevisto no fue bien tomado por los fanáticos de la exitosa serie, que cargaron con furia contra la plataforma a través de las redes sociales.
“Tantos abonados que han dado su confianza, y esta es la forma en la que les pagan” o “Vergüenza, vergüenza, vergüenza” fueron algunos de los mensajes de usuarios de Weibo contra Tencent Video, una plataforma de streaming que cuenta con 89 millones de abonados y que cobra unos 198 yuanes por año (28,66 dólares al cambio actual) para ver series exclusivas.
Ante la situación, no pocos han comenzado a especular que la interrupción del último episodio de Juego de Tronos, producción original de la cadena norteamericana HBO, se produjo a consecuencia de la guerra comercial iniciada entre ambos países.
“¿Es esto el resultado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China?” ¿Qué sigue, cortar la conexión de Internet entre China y Estados Unidos?”, se preguntó un abonado de Tencent Video”.
El conflicto tarifario entre ambos gigantes económicos ha vuelto a calentarse durante los últimos meses luego de que Washington anunciara un aumento de aranceles en bienes por 200.000 millones de dólares y Beijing respondiera con medidas similares sobre bienes cuyo comercio está valuado en 60.000 millones de dólares.