LA HABANA, Cuba, 13 de octubre (David Canela, 173.203.82.38 ) -El Centro Cultural Dulce María Loynaz, una casa filial del Instituto Cubano del Libro, entregará este mes varios premios nacionales de literatura. El viernes 19 será la entrega del Premio de la Crítica Literaria, un reconocimiento de las editoriales cubanas que distingue a los mejores libros que fueron publicados el año anterior. En esta ocasión fueron seleccionadas las obras “Dinosauria soy”, de Graziella Pogolotti (testimonio), “Manualidades”, de Nara Mansur (poesía), “Ayer dejé de matarme gracias a ti Heiner Müller”, de Rogelio Orizondo (teatro), y “Ritual del necio”, de Roberto Méndez (novela); en ensayo fueron galardonadas las investigaciones “Sobre los pasos del cronista. El quehacer intelectual de Guillermo Cabrera Infante en Cuba hasta 1965”, de Elizabeth Mirabal y Carlos Velazco; “El misterio del eco”, de Margarita Mateo, e “Islas del Caribe: naturaleza-arte-sociedad”, de Yolanda Wood.
Hasta hace unos tres años, cada libro premiado recibía 5 mil pesos en moneda nacional (250 dólares), y era reeditado con un sello especial en la cubierta. Actualmente, el premio no llega a los 2 mil pesos, y no está garantizada su reedición.
El jueves 25, en el espacio de “Ciclos en movimiento”, habrá una conferencia dedicada al bicentenario del nacimiento de Cirilo Villaverde, autor de la novela Cecilia Valdés, en la que participarán Antón Arrufat, Denia García Ronda y Alberto Sosa. El viernes 26 se otorgará el Premio Nacional de la Crítica Científico-Técnica; y el martes 30 se proyectará el cortometraje “Neruda, todo el amor” (1998), de Antonio Skármeta, en la peña “Fe de vida: imagen y palabras”, donde se exhiben audiovisuales relacionados con algún escritor o suceso literario. En la cita, habrá un diálogo entre Pablo Armando Fernández, César López, Ángela de Mela, Alex Pausides, Alpidio Alonso y Virgilio López Lemus. Todas las actividades comienzan a las 4 de la tarde.
Esta sede cultural dela calle 19, esquina E, en el Vedado habanero, fue la casa donde vivió durante sus últimos años la poetisa cubana Dulce María Loynaz, quien falleciera en abril de 1997. Y más que una fundación exclusiva, dedicada al estudio y la difusión de su obra –como es el Centro de Estudios Martianos–, este centro se dedica a la promoción de los autores cubanos (no censurados) que publican en las editoriales del Instituto Cubano del Libro. Entre sus actividades más relevantes está la convocatoria de los premios nacionales de Literatura, Ciencias Sociales, Edición, y Diseño de Libro–que cada año se confieren a un escritor, un humanista, un editor, y un diseñador cubanos, residentes en la Isla, por la obra de toda su vida–,y los premios de Crítica Literaria, Científico-Técnica, y Arte del Libro, que resaltan la calidad de las obras recientemente publicadas. También auspicia los concursos Pinos Nuevos, para los jóvenes escritores noveles, Alba Narrativa, y la Beca de Creación “Dador”.
En el interior de la casa, dos salones exhiben (a través de puertas de cristal), objetos y decorados que pertenecieron a la colección privada de la escritora: el Salón Dorado, y el Salón Colonial.
Este año se conmemora el 110 aniversario del natalicio de Dulce María Loynaz, quien fuera Premio Nacional de Literatura en 1987, y Premio Cervantes en 1992.