LA HABANA, Cuba. — Las lloviznas de la tarde de este miércoles provocaron el derrumbe de uno de los balcones de un edificio multifamiliar ubicado en la céntrica Avenida Máximo Gómez —popularmente conocida como la calle Monte—, entre San Joaquín y Romay, en el capitalino municipio del Cerro.
Según confirmaron a CubaNet testigos presenciales del incidente, una decena de transeúntes se guarecía de la lluvia en los bajos del inmueble cuando ocurrió el derrumbe y cayeron los escombros a la calle. Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas fatales ni lesionados.
“Se sintió un estallido y, al instante, ¡boom! Los escombros cayeron a menos de dos metros de donde estábamos parados, ya casi listos para salir. Nos hubieran matado”, contó Ángel Luis Ferrer Vázquez, un carretillero que pasaba el aguacero en el portal del edificio.
Al 1120 de la calle Monte le quedan otros dos balcones en peligro de derrumbe. Alina Rodríguez Zayas, vecina del lugar, ante la cercanía del período de lluvias —a partir de junio— alertó del peligro que representan para los cientos de personas que a diario caminan por la acera bajo los balcones.
“Por aquí pasa el que va para la Habana Vieja, para Centro Habana, para Diez de Octubre, para Boyeros, Marianao, La Lisa, el Vedado. Es una zona muy movida. Cuando comiencen los aguaceros del verano se van a caer y van a aplastar lo que esté debajo, ya sea una persona o un carro”, dijo Rodríguez.
En 2020, un derrumbe similar en la Habana Vieja terminó con la vida de tres niñas de 11 y 12 años.
En octubre pasado, otra niña de cinco años falleció como consecuencia de un desplome ocurrido en el interior de un edificio de la calle Sol, también en La Habana Vieja, donde residía con su familia.
En Cuba son habituales los derrumbes parciales o totales, especialmente en La Habana. El grueso del fondo habitacional en la capital fue construido en la primera mitad del siglo pasado y la falta de mantenimiento convierte a muchos de sus edificios en “estáticas milagrosas”.