MIAMI, Estados Unidos.- De origen cubano, la multinacional Bacardi respaldó esta semana la postura de la Casa Blanca de implementar el Título III de la ley Helms-Burton. La ley permite demandar a compañías que “trafiquen” con propiedades confiscadas por el gobierno de Fidel Castro en los años sesenta.
De acuerdo a una nota publicada por el diario The Royal Gazette, en Bermudas, sede de la compañía, un representante del gigante de las bebidas dijo que “Bacardi, como muchos otros, es una empresa que perdió todas sus propiedades cubanas en una confiscación ilegal sin compensación. Respaldamos el derecho y la capacidad de los afectados para buscar justicia y evitar un mayor tráfico de propiedades robadas”.
La Casa Blanca anunció este lunes que permitiría a los estadounidenses demandar en tribunales federales a unas 200 compañías controladas por militares en la isla, sin embargo, el Título III de la Helms-Burton no se implementará completamente, pues existe una posibilidad de que esta decisión conduzca disputas con aliados de EEUU que tienen grandes inversiones en la isla, reza la nota.
El Título III ha sido suspendido durante seis meses desde que fue aprobada la ley en 1996, no obstante, esta vez el Departamento de Estado indicó que anunciaba una prórroga de 30 días con una exención clave: las compañías estatales que están en una lista negra y que incluyen hoteles de lujo como el Grand Packard Hotel, recién inaugurado en La Habana, y el Bella Vista de Varadero.
Bacardi nació en Santiago de Cuba, al oriente de la isla, en 1862, pero tuvo que exiliarse tras la confiscación de todas sus propiedades con el giro comunista de la revolución castrista. Desde 1965 la empresa tiene su sede en Bermudas, aunque también tiene oficinas en Miami, México y Puerto Rico.