SANTIAGO DE CUBA.- “Lo que hice no es algo que esté prohibido, al contrario, es nuestro sentido como médicos ayudar a las personas que lo necesitan”, así lo expresó el doctor Yoan Pérez Leyva mediante una transmisión en vivo en su perfil de Facebook, luego de recibir una reprimenda por denunciar un caso social.
El joven, de 29 años y residente en el municipio Manatí, Las Tunas, señaló este miércoles que fue víctima de un interrogatorio en el que participaron un agente del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE), un oficial de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y la doctora Martha Vergara, directora del Policlínico Gustavo Aldereguía, área de salud a la que pertenece el consultorio número 38, ubicado en el reparto tunero de Buena Vista, donde trabaja Pérez Leyva.
Según el galeno, fue citado vía telefónica para presentarse a las 9:00 a.m. en la dirección del Policlínico por la funcionaria de dicha institución. Allí supuestamente sería analizado por faltar a una guardia el mes pasado, aunque en esa ocasión Yoan informó que tenía problemas personales.
Sin embargo, Pérez Leyva asegura que la citación no era para analizar su ausencia, sino que el verdadero motivo fue un video que publicó en la red social de Facebook en el que muestra las condiciones en las que sobrevive uno de sus pacientes, un anciano de 86 años que está postrado y jamás ha recibido asistencia social, aún cuando el joven ha solicitado la ayuda de la trabajadora social y del propio Policlínico.
A Yoan Pérez Leyva, como medida disciplinaria por “ausentarse a la guardia de forma injustificada”, pretenden quitarle el 10% de su sueldo.
“Cuando llegué me estaban esperando uno de la Seguridad, un policía, la directora Martha y la subdirectora. Ellas se prestaron para la encerrona. Me citaron incluso para hoy, dicen que para terminar de hablar en la unidad, no sé que pretenden. Allí tengo que ver a una instructora llamada Celia” dijo.
“Sobre el video les comenté que hice lo correcto, lo publiqué a petición de la propia familia. La persona necesita ayuda urgente y en más de una ocasión sus familiares han ido a quejarse al consultorio por el total abandono que sufre. Yo hablé del caso hasta con la dirección, pero en vez de investigar, nos analizaban (a médicos y enfermeros) por dichas quejas”, reveló.
Pérez Leyva no solo ha hecho pública la historia de este paciente, en conjunto con otros voluntarios, incluidos colegas de profesión, le ha brindado asistencia a varias personas enfermas y/o que viven en la miseria.
“Yo vengo haciendo este trabajo hace tiempo, pero de manera independiente, ayudamos a varios casos de los cuales tenemos constancia en imágenes, pero casi siempre evitamos subirlas a las redes sociales para proteger la privacidad de las familias, no es nuestro objetivo. Creamos una fundación que se llama Semillas de Esperanza para Cuba, captábamos casos sociales críticos y entre todos los ayudábamos”, señaló el joven.
Esta iniciativa, aunque tiene poco tiempo, ya ha conseguido ayuda para varias familias. Gracias a colaboraciones han podido entregarles sábanas, medicinas, alimentos, aseo personal y otros insumos de primera necesidad.
La labor altruista del Dr. Pérez Leyva y su persistencia en denunciar problemáticas sociales, que datan desde que estaba en la Facultad de Medicina, le han ganado calificativos como “antisocial”, y ha sido castigado por ello.
“En quinto año tuve varios problemas similares a este, a tal punto que me desfasaron, y tuve que acudir a Fiscalía e iniciar un proceso en contra de la rectora de la Universidad y de un profesor de Salud Pública”.
El hostigamiento continuó hasta después de graduado, cuando tuvo problemas con el Gobierno del municipio Manatí, donde se encontraba haciendo su servicio social. Todo porque trató de ayudar a unos pacientes que también vivían en la extrema pobreza.
El joven médico no pudo terminar la especialidad de Pediatría porque de manera inexplicable se perdió su expediente, y de nada sirvió que presentara avales de algunos de sus profesores.
A pesar de todo, Pérez Leyva siempre ha mantenido su fidelidad con los preceptos médicos y no ha cedido ante las presiones de las autoridades cubanas, y según sus palabras “esta no será la vez que lo haga”.
“No sé a qué hora me soltarán y tampoco se qué van a hacer conmigo. Lo que sea será en contra de mi voluntad, violando mis derechos como ciudadano y como médico”, alertó.

En septiembre de 2020, tras ser amenazado y hostigado debido a sus comentarios en redes sociales, el doctor holguinero Alexander Raúl Pupo Casas, de 30 años, fue expulsado del servicio médico y de la residencia en Neurología.
El galeno fue acusado de “violar la ética médica” solo por criticar el salario de los profesionales de la salud cubanos, las extensas colas y las tiendas en dólares, a las que no pueden acceder la mayoría de los cubanos, entre otros temas polémicos.
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