LA HABANA, Cuba, 16 de enero de 2013, 173.203.82.38.- El interno Yasser Rivero Boni, desde la prisión de Ariza, en Cienfuegos, está recopilando testimonios de varios presos que fueron trasladados allí desde el penal de Valle Grande, en la Habana.
Afirma que varios de los 50 reclusos trasladados le relataron que en los meses de noviembre y diciembre vivieron días aterradores.
En esos días hubo varios suicidios y muertes en extrañas circunstancias.
Los reos aseguraron a Rivero que en el destacamento 8 de la prisión de Valle Grande se produjo el suicidio de un reo por ahorcamiento, y que otro se prendió fuego en una celda de castigo. Pero hubo más de dos intentos de suicidio.
Un recluso falleció de un paro cardiaco por no existir en el penal equipo de reanimación cardiopulmonar, indica Rivero Boni.
Un preso murió en el destacamento 13 en circunstancias poco claras.
Un recluso casi muere, pero logró salvar su vida gracias a varios médicos del hospital Calixto García, del Vedado, que se encuentran presos en Valle Grande.
Los internos no pueden olvidar el día en que los funcionarios del orden interior celebraron una fiesta con un grupo musical al día siguiente de que un preso se suicidara en el destacamento 8, y de que otro intentara suicidarse en el destacamento 12.
Este último también fue salvado por los médicos presos.
Según los reclusos, el incremento de suicidio se estimula por el alto índice de stress en los reos, provocados por las violaciones de los derechos correspondientes en los establecimientos penitenciarios, la mala alimentación, los tratos degradantes e inhumanos, las torturas físicas y psicológicas, la mala asistencia médica y las condiciones infrahumanas en que se encuentran.
Aseguraron que es tal el desprecio de los oficiales por los reclusos, en Valle Grande, que todavía ningún preso tiene idea de las medidas que se tomarán para evitar que se produzcan más muertes.
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